Como habíamos anunciado días atrás, y por desgracia para algunos,
la climatología «aguó» la VI Pujada Caimari-Lluc, celebrada ayer
domingo. El ambiente era muy bueno, si tenemos en cuenta la
cantidad de participantes inscritos para tomar parte en esta
prueba, valedera para el regional de montaña, y el gran número de
aficionados a este deporte que se dieron cita a lo largo del
recorrido.
Solamente la amenazante lluvia podía deslucir el espectáculo, y
en parte lo hizo. A primera hora de la mañana, la carretera estaba
muy mojada, aunque tras las evoluciones espectaculares de algunos
pilotos se fue secando. Pero tras la última subida de entrenos,
cuando parecía que el transcurso de la prueba iba a normalizarse,
sucedió el hecho que marcó sin duda el resultado final de la
carrera.
Cuando la mitad de los participantes habían tomado la salida
para la manga de carrera, empezó a llover copiosamente e incluso
granizó en algún punto del circuito. Sorprendentemente y gracias a
salir «sobre seco», Joan Socías y Rafel Binimelis, este último con
un R11 Turbo que estrenaba y le habían «prestado», estaban en
posesión de los mejores cronos. Javi Martín había marcado un crono
intermedio que podía llevarle al podio, pero la rotura de su
turbina, la segunda en dos días, le privó de ello. La incógnita
estaba en si habría algún piloto capaz de bajar esos tiempos con el
handicap en contra de lo deslizante de la pista.
Los fórmulas y barquetas, prácticamente inconducibles en esas
condiciones, se hundieron en la clasificación. Tan sólo Grau y
Kalenborn salvaron los muebles, con su sexta y novena posición
respectivamente.
Quique Salom obtenía el premio a la persistencia y delicada
conducción al lograr la segunda plaza general, la mejor de su
carrera deportiva, con un R5 GT Turbo muy afinado, que había tomado
la salida con neumáticos de mojado.
.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.