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RAFEL ABRAHAM Como habíamos anunciado días atrás, y por desgracia para algunos, la climatología «aguó» la VI Pujada Caimari-Lluc, celebrada ayer domingo. El ambiente era muy bueno, si tenemos en cuenta la cantidad de participantes inscritos para tomar parte en esta prueba, valedera para el regional de montaña, y el gran número de aficionados a este deporte que se dieron cita a lo largo del recorrido.

Solamente la amenazante lluvia podía deslucir el espectáculo, y en parte lo hizo. A primera hora de la mañana, la carretera estaba muy mojada, aunque tras las evoluciones espectaculares de algunos pilotos se fue secando. Pero tras la última subida de entrenos, cuando parecía que el transcurso de la prueba iba a normalizarse, sucedió el hecho que marcó sin duda el resultado final de la carrera.

Cuando la mitad de los participantes habían tomado la salida para la manga de carrera, empezó a llover copiosamente e incluso granizó en algún punto del circuito. Sorprendentemente y gracias a salir «sobre seco», Joan Socías y Rafel Binimelis, este último con un R11 Turbo que estrenaba y le habían «prestado», estaban en posesión de los mejores cronos. Javi Martín había marcado un crono intermedio que podía llevarle al podio, pero la rotura de su turbina, la segunda en dos días, le privó de ello. La incógnita estaba en si habría algún piloto capaz de bajar esos tiempos con el handicap en contra de lo deslizante de la pista.

Los fórmulas y barquetas, prácticamente inconducibles en esas condiciones, se hundieron en la clasificación. Tan sólo Grau y Kalenborn salvaron los muebles, con su sexta y novena posición respectivamente.

Quique Salom obtenía el premio a la persistencia y delicada conducción al lograr la segunda plaza general, la mejor de su carrera deportiva, con un R5 GT Turbo muy afinado, que había tomado la salida con neumáticos de mojado.

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