La terminal de llegadas del aeropuerto de Palma recibió ayer a otra
medalla olímpica. Albert Luque aterrizó con la plata en el cuello.
El mallorquinista se marchó a Sydney con la intención de traerse el
oro pero Camerún, con Lauren y Eto'o, se cruzó en su camino y tuvo
que conformarse "que no es poco" con el segundo premio. «Estoy muy
contento por haber llegado hasta dónde hemos llegado. Queríamos el
oro pero la plata la hubiéramos firmado antes de empezar»,
manifestó Albert.
El delantero del Real Mallorca aterrizó junto al presidente de
la Federación Balear de Fútbol, Antonio Borrás del Barrio, que
realizó la funciones de delegado de la selección durante toda la
estancia del grupo español en Australia. «La selección española es
la segunda mejor de las 205 que tiene la Fifa. La final se perdió y
el arbitraje perjudicó mucho a España. No midió a los dos equipos
por el mismo rasero», explicaba Borrás.
Luque reconoce que la experiencia de participar en los Juegos
será inolvidable. «Me hubiese gustado participar más, haber jugado
más minutos, pero lo que he vivido ha sido impresionante y
maravilloso. Además venir con el premio de una medalla es
excepcional», manifestó el delantero. Tras un largo y agotador
viaje, el futbolista resaltaba que las últimas horas han sido
agotadoras. «Entre el viaje y las casi dos horas de cola para
recoger las maletas he de reconocer que estoy muy cansado pero ha
valido la pena ya que estar en una Olimpiada no ocurre todos los
días», comentaba el futbolista.
Luque es una de las esperanzas y revulsivos que tiene Luis
Aragonés de cara al próximo partido de Liga a disputar la próxima
semana frente al Racing de Santander.
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