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EFE - BRASIL
El estadounidense Kenny Roberts (Suzuki) aprobó con suficiente sus problemas con las matemáticas, pero al fin y al cabo se proclamó campeón del mundo en el Gran Premio de Brasil de motociclismo que se disputó en el circuito Nelson Piquet, en tanto que el resto de los líderes, el francés Olivier Jacque (Yamaha) y el italiano Roberto Locatelli (Aprilia), fallaron y no concluyeron sus respectivas cilindradas.

A Roberts le bastaba una sexta posición para proclamarse campeón del mundo y suceder al español Alex Crivillé (Honda) en el trono, siempre y cuando su máximo rival, el italiano Valentino Rossi, ganase la carrera y cuando el joven valor europeo se colocó líder, el americano tuvo que forzar el ritmo para recuperar posiciones desde un décimo puesto que, por entonces, le bastaba.

Rossi dio toda una lección de agresividad y se impuso al brasileño Alex Barros (Honda), quien soñaba con ganar su gran premio y al espectacular Garry McCoy (Yamaha). Carlos Checa (Yamaha), que rodó con los hombres de cabeza, acabó por los suelos y regresó para ser decimoquinto, mientras que Alex Crivillé no dio muestras de reacción y culminó undécimo un discreto Gran Premio de Brasil.

La desgracia se cebó en el líder de los 250 cc, el francés Olivier Jacque (Yamaha), como anteriormente sucediese con el de 125 cc, Roberto Locatelli, pues ninguno de los dos pudo concluir el Gran Premio de Brasil del cuarto de litro y de ello se supieron aprovechar sus máximos rivales, los japoneses Shinya Nakano (Yamaha) y Youichi Ui (Derbi), respectivamente.

Jacque sorprendió a todos con su fulgurante salida y en apenas unos metros consiguió marcharse de sus rivales, por entonces los tres hombres que luego pugnarían por la victoria, los japoneses Daijiro Kato y Tlohru Ukawa, ambos de Honda, y el italiano Marco Melandri (Aprilia).