El Real Mallorca cedió al Rácing de Santander la condición de
colista de la Liga al derrotarlo por 2-1 con dos goles marcados de
cabeza en la segunda parte por Luque y Carlos, que significaron el
primer triunfo en la liga para los hombres de Luis Aragonés.
El equipo cántabro, que se puso con ventaja en el marcador en el
último minuto de la primera parte, se vio desbordado por su rival
en la reanudación, y no supo sacar partido al estado de nervios y
urgencias que vivía la entidad balear. Jugó mejor el Mallorca
durante la primera media hora, y aunque no creó ocasiones claras de
gol ante la meta de Ceballos, por lo menos, mantuvo el control de
las acciones y la tensión ofensiva.
Cuando el empate parecía el resultado más lógico, surgió la
habilidad del colombiano Preciados, que amagó con su cuerpo en el
centro del aérea para dejar sólo a Rushfeldt que empalmó a la red
un centro de Manjarín. En plenas protestas de los aficionados ante
la ventaja cántabra, que confirmaba al Mallorca como farolillo rojo
de la competición, Luque tuvo tiempo de estrellar un balón en el
travesaño tras una falta directa.
En el minuto 50, Luque cabeceó a la red un centro de Olaizola y
con el empate, el encuentro volvió a su fase inicial, es decir, con
el Racing agazapado a la espera del contragolpe, y un Mallorca
decididamente al ataque. En esa coyuntura, todo favorecía al equipo
isleño, que no desaprovechó la ocasión para marcar el gol de la
victoria a través de Carlos, que dio a su equipo la primera alegría
de la temporada, al tiempo que hundió al Racing en la cola de la
clasificación.
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