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Atlètic Balears parece haberse quedado a medias en su objetivo de lograr financiación pública para llevar a cabo la primera fase de la remodelación de su estadio, cuantificada en 105 millones de pesetas. La cúpula del club blanquiazul ha arracando un compromiso del Ajuntament de Palma, pero Govern y Consell Insular se han apresurado a tildar de compleja la operación, fundamentalmente por la titularidad privada del Estadio Balear y una cuestión presupuestaria.

Los responsables del Atlètic pretenden que Cort, Govern y CIM asuman (a partes iguales) el coste de unas obras que el propio club ha calificado de «urgentes e imprescindibles», aunque de momento sólo ha logrado comprometer al Consistorio palmesano. Gaspar Oliver, concejal de Deportes, citó ayer a los medios de comunicación para anunciar que el Ajuntament está dispuesto a asumir su parte (35 millones), aunque también dejó entrever que todavía existen muchos cabos sueltos.

De hecho, la directiva del Atlètic Balears mantiene que fechas atrás alcanzó un acuerdo con el Govern y así se lo ha hecho saber a Gaspar Oliver. No obstante, las noticias que llegan desde la dirección general de Deportes son diametralmente opuestas. «Oficialmente no sabemos nada de este tema. Nostros no nos hemos comprometido a financiar nada; eso no significa que cerremos la puerta, pero en estos momentos la dirección general de Deportes no puede asumir un subvención de 35 millones», advirtió Joana Maria Petrus.

Desde el área de Deportes del Consell, Mateu Sedano también fue diáfano: «No tenemos presupuesto ni competencias, es un tema que compete a Cooperación Municipal y me consta que tampoco han recibido ninguna petición al respecto». Josep Gomila, máximo responsable del área del CIM facultada para invertir en instalaciones deportivas, ratificó las declaraciones de Mateu Sedano y dejó entrever que las pretensiones del Atlètic Balears van íntimamente ligadas a un consenso político.