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El Mallorca se ha alejado de las mazmorras y en su mochila hay menos piedras. El efecto Barça ha resultado terapéutico. El equipo exige respeto y Luis Aragonés destila ambición. Todo, en las horas previas a una cita con empaque en el Santiago Bernabéu. El propio técnico apeló en el transcurso de su encuentro con los medios de comunicación al rearme moral que ha experimentado su grupo tras sumar un triunfo que ha llenado el depósito de crédito. «Es incuestionable que después de ganar al Barcelona afrontamos el partido ante el Real Madrid de una forma muy distinta. Cada partido es un mundo, pero considero que somos un equipo que debe tenerse en cuenta», subrayó el técnico.

Aragonés despejó cualquier duda sobre la propuesta futbolística que intentará exponer su equipo en Madrid. «Debemos ser valientes y salir a ganar el partido. Buscar la portería contraria y rentabilizar nuestras armas. Eso sí, respetamos muchísimo al rival, el equipo más ganador de España. Considero que el Real Madrid es un equipo más equilibrado que la temporada pasada. Defiende mucho mejor y tiene jugadores que entre líneas están haciendo mucho daño. Quitarle el balón al Mallorca no es fácil, y se lo demostramos al Barcelona. Fundamentalmente, al Madrid hay que taparle las bandas con Figo, Savio y las subidas de Roberto Carlos. Pero es difícil, ya lo sé».

El preparador incidió en que «el Mallorca irá al Bernabeú a usar sus armas y a tratar de ganar. Los miedos (escénicos) que se inventan, no habrán. Esto sí que lo aseguro. Debemos ser valientes e ir arriba. Normalmente, el Madrid te hará un gol, por eso es importante la concentración de los defensas. Lo que ocurre es que en el fútbol español de hoy un partido te puede ganar cualquiera».