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Sydney le ha dejado nuevo. Ni dudas, ni miedos, ni desde luego la más mínima intención de abandonar la alta competición. Xavi Torres regresó ayer de Australia con cuatro medallas al cuello y la firme convicción de que es un número uno.

Flanqueado por sus compañeros Ricardo Sevillano y Toni Martorell, que vieron muy de cerca el podio pero volvieron sin metales, el nadador mallorquín fue recibido como un héroe por medio centenar de personas en Son Sant Joan. «Vuelvo muy satisfecho porque he superado el listón de Barcelona. Nunca imaginé que podría conseguir cuatro medallas y me siento orgulloso por ello. La verdad es que gracias a la experiencia de Sydney estoy mejor que nunca», señaló un Torres feliz y rodeado de los suyos.

Respecto a sus planes de futuro, el nadador señaló que en estos momentos lo prioritario es descansar. «Han sido unos Juegos muy duros, he trabajado a tope y para colmo el viaje nos ha dejado muertos, así que me tomaré unos días de descanso y aprovecharé para pensar un poco». Aunque no llegó a decirlo, una nueva experiencia olímpica parece algo descartado: «Cuando lleguen los Juegos de Atenas ya tendré treinta años, seré un poco viejo para competir en un acontecimiento de este nivel. De hecho, ahora tengo veintiséis y soy de los veteranos del equipo de natación», afirmó.

Por último, Torres elogió la buena organización de Sydney 2000. «A diferencia de Atlanta, a Sydney hay que darle un diez. No sólo por el tema de la organización, sino también por la respuesta del público. La gente se volvía loca con las pruebas y te animaba continuamente». Eclipsados por las cuatro medallas de Torres, Toni Martorell y Ricardo Sevillano tuvieron también su cuota de protagonismo. Ambos coincidieron en expresar la decepción que les supuso no alcanzar medalla por muy poco pero también el orgullo de haber participado. «Estar en unos Juegos es una experiencia inolvidable», señaló Martorell.