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La enfermería se ha convertido en la principal preocupación del filial. Las lesiones de Güiza y Buades y la gastroenteritis de Robles han debilitado a un equipo que, pese a ofrecer una extraordinaria imagen en Novelda, necesita recuperar efectivos para encarara la visita del Castellón.

Daniel González Güiza sufre problemas en el cuádriceps de la pierna derecha que le han obligado a parar por precaución. El delantero no viajó y en la mañana de ayer volvió a los entrenamientos a un ritmo inferior al del resto de compañeros, por lo que su participación en el choque ante el Castellón dependerá de la evolución que sufra su pierna en las próximas horas. Es seria duda.

Julián Robles se quedó en Ciutat aquejado de una gastroenteritis. El centrocampista mallorquín se encuentra muy débil físicamente ya que también ha padecido un proceso febril, por lo que no ha podido reanudar los entrenamientos. Es poco probable que juegue ante los albinegros, pero si mejora en las próximas horas podría entrar en la lista.

Miquel Buades será, si no recae, el único de los tres jugadores lesionados que estará disponible. El defensa balear notó una molestia en la rodilla que le impidió desplazarse a tierras alicantinas, pero en el día de ayer ya se ejercitó con el resto de la plantilla con total normalidad y es muy probable que vuelva al once titular.

Por otra parte, destacar que el cuerpo técnico se encuentra muy satisfecho del rendimiento que el equipo ofreció en La Magdalena pese a la derrota. Ahora los baleares buscan la rehabilitación en casa.