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«Y conste que ha sido una coincidencia que la visita del president fuese justamente al día siguiente de ganar en el Bernabéu» bromeó ayer Vicente Rotger, vicepresidente del Mallorca, con ocasión de la presencia de Francesc Antich en los campos de Son Bibiloni.

El jefe del ejecutivo conoció las nuevas dependencias del club, destinadas esencialmente a las categorías de base, en una jornada feliz, marcada por los siete puntos con que el primer equipo ha cerrado un delicadísimo tramo de la temporada. Todo eran bromas en Son Bibiloni. Mateo Alemany empezó enseñando a Antich las distintas instalaciones y casi termina entrevistándole: «Ya he oído que la armó gorda en su casa cuando vio que estábamos ganando el partido. ¿Lo celebró como el sábado en Son Moix?», preguntó el mandatario bermellón, al tiempo que desvelaba la vehemencia con que el president festejó la victoria del Mallorca ante el Barça: «Toda la zona de centro izquierda del palco, que es donde estamos sentados, exterioriza mucho la euforia cuando las cosas van bien», matizó Alemany.

Después de felicitar a Luis Aragonés por la semana más brillante del campeonato, Antich visitó el edificio de oficinas, los vestuarios, la zona en la que se levantará un gimnasio y los dos campos de entrenamiento, donde las categorías inferiores disputan encuentros oficiales.

El president del Govern calificó de «excelentes» las nuevas instalaciones del club y expresó su deseo de que la entidad siga cosechando nuevos éxitos en el futuro. «El primer equipo está demostrando que tiene un gran potencial, el Mallorca en Primera es una realidad consolidada», señaló. Preguntado sobre si habrá alguna línea de colaboración entre el Govern y el Mallorca, Antich afirmó que existe una voluntad de diálogo y cooperación entre ambas partes, si bien no especificó en qué términos se producirá: «Para el Govern es una satisfacción colaborar con el Mallorca, que es el primer club de nuestra comunidad».