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94 DRAC INCA: Edu Sánchez (14), Stacey (15), Montañana (8), Merino (4), Stuckey (21) -cinco inicial-, Cabral (12), Dicenta (8), Mons (0), Crespo (0) y Aldama (12).

88 CAJASUR: Camacho (12), Horton (14), Merchán (12), Oscar González (4), Alonso (18) -cinco inicial-, Felipe García (8), Castellanos (20) y Alastuey (0).
ÀRBITROS: Sánchez Martín y Lucas de Lucas. Excluyeron por cinco faltas personales a Merchán (minuto 37).

ALBERT ORFILA
Nadie gana en el Palau. Drac Inca ha parapetado su centro de operaciones y ni tan siquiera los pueriles errores de su entrenador son capaces de apagar la luz que se ilumina cada vez que el equipo juega al amparado de su hinchada. Esta vez, Abós, obsesionado con desquiciar a su propio equipo con una rotación tan incoherente como nociva, tuvo suerte. El tecnico aragonés se encontró en el otro banquillo a un tipo con poco baloncesto en su manual y que hizo lo único que pudo hacer: sentar a Castellanos.

Inca se apropió del partido en otro guión de desenlace incierto, un cara o cruz en el quela sangre fría de Cabral, una vez más, volvió a decidir. Anotó el jerezano dos tiros libres cuando la mano hubiera temblado a cualquiera y enterró a un Cajasur plagado de rostros conocidos.

Drac Inca dió continuidad a su bajón en el tercer cuarto. Castellanos cedió protagonismo y Jou Alonso fue quien aguijoneó a la defensa local. Cajasur logró ponerse 6 puntos arriba (61-67) y el Palau tembló. Fue en la recta final del partido cuando el Inca apeló al espíritu del Palau y logró voltear el electrónico (88-87). Cabral hizo el resto y llegó el triunfo. A pesar de José Luis Abós.