No será un partido más. A Coruña aparece en el punto de mira de
Drac Inca como la estación idónea para quebrar la dinámica
perdedora que ha extendido lejos del Palau desde que se abrió el
curso. Acostumbrado a emprender siempre cabizbajo el viaje de
regreso, el grupo mallorquín tiene muy claro que la cita ante el
Sondeos del Norte proyecta una oportunidad que no admite ningún
tipo de negociación. Los números que ha servido hasta el momento el
cuadro gallego rozan la mediocridad (3 victorias) y si el Inca
quiere exhibir sus credenciales junto a los mejores de la Liga
también debe empezar a infundir respeto como visitante.
Willy Villar puede volver y el vestuario es plenamente
consciente de los gramos de trascendencia que oculta el duelo.
Históricamente, Sondeos nunca ha sido un equipo que se le haya dado
bien al Inca, pero el pulso más inmediato entre estos dos equipos
presenta varios factores de desequilibrio que conceden alguna
ventaja al cuadro de es Raiguer. Tras el despido de Alexander
López, Sondeos cuenta con un solo extranjero en sus filas (Mario
Bland). Además, las plantillas de uno y otro equipo no admiten
excesivas comparaciones. Povés, López Varela y Juan Pedro Cazorla
son tres nacionales interesantes, pero no hay mucho más en un
equipo aparentemente predistinado a moverse por la parte baja de la
clasificación.
El bagaje que ha obtenido hasta el momento el Drac Inca lejos
del Mallorca ha sido paupérrimo. Condescendiente en Huelva,
desquiciado en León, humillado en Lleida y apartado del partido a
golpe de triples en Los Barrios, parece haber llegado el momento de
saborear un triunfo foráneo.
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