El regatista Pepote Ballester se había propuesto dos objetivos a su
regreso de Sydney: emprender una nueva andadura en la vela de
crucero de la mano de su patrocinador, Mallorca Yatching, y poner
en marcha un ambicioso proyecto para la formación de jóvenes que
quisieran iniciarse en este deporte.
Sin embargo, éste último seguirá en el dique seco durante al
menos dos años, tiempo que Ballester permanecerá en excedencia de
su cargo como director técnico de la Escuela Superior de Vela.
Visiblemente contrariado con la gestión que se está llevando a cabo
en el organismo del Govern, Ballester aseguró ayer a este periódico
que buena parte de su decisión se debe a las diferencias con el
director de la Escuela Superior de l'Esport (EBE), Francisco Javier
Aguado.
«He mantenido una excelente relación con Joana María Petrus y de
hecho la sigo teniendo. Le estoy agradecido por muchas cosas y
siempre sintonizamos bien, pero no con todo el mundo es así. He
tratado de poner en marcha proyectos que después se han paralizado
sin ninguna explicación. No quiero polemizar sobre este tema, ahora
estoy en excedencia y quiero dedicarme al crucero con la intención
de volver en el futuro a la escuela, pero es cierto que me han
desanimado muchas cosas», afirmó el regatista olímpico. En
concreto, Ballester se refirió a dos proyectos que había previsto
iniciar esta temporada en Calanova. Uno de formación para monitores
de Balears y otro que tenía como fin la creación de escuelas
municipales de vela, a fin de optimizar la enseñanza de este
deporte entre los más pequeños. «Tenía mucha ilusión por llevar
adelante todas estas ideas, pero al parecer o no son
suficientemente interesantes o no hay voluntad de realizarlas y no
me gusta que los proyectos se queden parados», indicó.
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