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EFE-GUATEMALA
El arquero y capitán de la selección de fútbol sala de España, Jesús Clavería, convertido además en el salvador de su equipo, levantó el trofeo, un balón plateado, que acredita a su cuadro como el primer equipo del mundo. España destronó a Brasil, que había ganado las tres ediciones anteriores del campeonato (la última de ellas en España en 1996 ante el anfitrión), al vencer por 4-3 en una final de grandes emociones. Tras colgar la medalla de oro en el cuello de cada jugador español, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, entregó el trofeo a Jesús, quien lo levantó en medio de una nutrida ovación.

Para el seleccionador ibérico, Javier Lozano, la diferencia en el choque fue una «cuestión de detalles»; no obstante destacó la figura del guardameta español, que según él estuvo «inconmensurable». Según Lozano, cada vez que sus dirigidos atacaban metían «miedo a Brasil». Otro de los héroes del partido, Javi Rodríguez, que marcó el empate a tres y el marcador final de 4-3 en el último minuto de encuentro, dijo que la clave fue jugar contra Brasil «con respeto pero sin miedo».

A juicio del portero, Jesús Clavería -que estuvo a punto de retirarse cuando notó molestias en su rodilla izquierda, pero finalmente pudo continuar sobre la pista-, uno de los planteamientos del cuadro fue evitar que los brasileños llevaran el balón cerca del área, con lo que les obligaron a hacer disparos de media y larga distancia, en los que lució sus dotes en el aire.

Los nuevos campeones del mundo tienen previsto llegar a España procedente de Guatemala sobre las 13'45 horas, aproximadamente. Tras su brillante triunfo, el combinado nacional dirigido por Javier Lozano aterrizará en el aeropuerto de Barajas acompañado por Angel María Villar, presidente de la Federación Española de fútbol, y con el trofeo que le acredita como campeón mundial.