Antonio Borrás del Barrio ha solicitado a la Real Federación
Española de Fútbol (RFEF) que el estadio de Son Moix acoja el
partido amistoso que la selección española debe disputar ante Japón
en abril, preparatorio para el Mundial 2002 que organizarán de
forma conjunta el país asiático y Corea.
La Federación está buscando un enclave que se convierta en una
alternativa a los grandes estadios y a las grandes ciudades y en el
que la selección nacional no haya actuado en los últimos años. Sin
embargo, Borrás del Barrio asegura que es «complicado» que el
combinado de Camacho juegue en Ciutat porque las relaciones entre
el Govern y la RFEF se han enfriado después de que se rompiera el
acuerdo que ambas partes sellaron en 1998, cuando Jaume Matas era
el presidente del Govern balear. El Pacte de Progrés decidió no
prolongar ese convenio y, después de que el Govern rechazara la
opción de que Georgia jugara ante Balears "a pesar de que Borrás ya
había avanzado las gestiones" la RFEF se ha desmarcado de cualquier
proyecto que se ligue con la Comunitat: «Confío en que todo se
solucione pronto porque todos saldríamos beneficiados. Las
relaciones entre la RFEF y el Govern han sido, históricamente, muy
buenas, y espero que vuelvan a serlo. Ese convenio propiciaba que
Balears acogiera eventos deportivos de primer nivel y, entre ellos,
están los partidos de la selección española. Ahora todo resulta más
complicado, pero es factible alcanzar una solución», explica el
presidente de la balear.
Matas firmó un convenio con la RFEF por el cual la Federación
ingresaba 50 millones por 4 años.
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