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El bombo ha sido maldito y ha querido enfrentar al Atlètic Balears con uno de los equipos más temibles de la Segunda División B, el Terrassa, en la fase previa de la Copa Federación. El partido de ida se disputará en el Estadio Balear el 29 de marzo, mientras el de vuelta se jugará en el Olímpic el 12 de abril.

Los de Miquel Crespí se medirán a un conjunto que ha experimentado una progresión enorme en la segunda vuelta en el grupo III, coincidiendo con la llegada de Maldonado, ex jugador del Mallorca B y que procede del Lleida.

Además, cuenta con un ampuloso presupuesto y con futbolistas de primer nivel: Pedro Riesco, Mario Gibanel (otro que jugó en el filial) o el goleador Monti. En las filas del conjunto que dirige Miguel Àlvarez también juega el mallorquín Salas, hijo del conocido ex directivo del Atlètic.

Los blanquiazules llegan a esta competición después de haber superado en la final de la fase balear al Constància y la encaran con la intención de preparar los futuros compromisos de la fase de ascenso a la Segunda División B. Los de Ciutat están transitando con placidez por la competición doméstica y tratan de buscar algo de proyección nacional en una competición que ha sido engendrada como alternativa a la Copa del Rey.