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76 GRANADA: (37+39):Romero (17), Liñán (2), Serrano (8), Mesa (8), Cansin (2) -cinco inicial-, Félix Sánchez (19), Talaverón (11), Manzano (3), Javier Pin (6). 21 de 40 en tiros de 2 puntos. 8 de 23 en tiros de 3 puntos. 10 de 15 en tiros libres. 35 rebotes.
68 DRAC INCA: (39+29):Villar (6), Stacey (16), Ligthtfoot (9), Cabral (9), Miralles (9) -cinco inicial-, Edu Sánchez (6), Crespo (2) Mons (0) y Aldama (11). 16 de 39 en tiros de 2 puntos. 8 de 20 en tiros de 3 puntos. 12 de 16 en tiros libres. 39 rebotes.
ÀRBITROS: Pérez Niz (Comité canario) y Pagán Baró (catalán). Sin eliminados. Castigaron con una falta antideportiva a Stacey.
Incidencias: Palacio de Deportes. 7.000 espectadores.

ALBERTO ORFILA
Granada dejó al Drac Inca justo en la puerta del purgatorio. El grupo balear desperdició una de sus últimas balas y reeditó naufragio. La aritmética dice que la escuadra mallorquina no es un cadáver, pero la única realidad es que la distancia que separa al Inca de las semifinales ya es kilométrica. Derrochó raza y revoluciones, pero acabó interpretando una función demasiado confusa ante un Granada que es todo un tributo a la optimización de recursos. No tiene mucho, pero lo poco que tiene arroja grandes dividendos.

Serio y convencido del manual que debía interpretar, la cita amaneció adoptando un sentido idéntico al disputado el lunes, aunque con un claro intercambio de papeles. Inca se apoderó de la brújula y miniaturizó al Granada con los mismos argumentos que intentó aplicar en el estreno de la serie. Pronto disparó sus credenciales en el marcador (9-20). El gobierno mallorquín resultó casi absoluto durante 19 minutos, pero un par de acciones pueriles revitalizaron al Granada. El marcador se estrechó y el Inca perdió equilibrio (37-39). Casi todas sus propuestas defensivas surtieron efecto, pero su principal problema estaba en ataque y en algunos detalles que acaban marcando la diferencia. Granada volteó el marcador en el tercer cuarto y poco a poco el Drac Inca se fue desquiciando.