La porción nacional del Drac Inca 2001/2002 ya está del todo
perfilada. Fue primero Willy Villar el que plasmó su firma por la
entidad de es Raiguer, que se aseguró el concurso de un base de
garantías para las tres próximas temporadas. La línea de
continuidad tiene su único punto de equiparación de Miguel Alberto
Montañana. Pamesa ha considerado que Inca es un lugar apto para
completar la formación de un hombre de zona al que el capricho del
anterior técnico condenó al banquillo.
El juego exterior ofrece una solvencia expresada en dos nombres
propios. Ramón Bordas y Juan Miguel Navalón, dos hombres que
conocen las mieles del ascenso a la ACB. Su peso específico en la
categoría les convertirá en hombres a seguir. A medida que nos
acercamos al aro, las cosas nos comienzan a ser familiares. Atado
José María Pedrera, el nombre de Albert Alzamora recuerda tiempos
en los que Inca comenzaba a mandar en el mundo del baloncesto. Su
paso por Melilla le ha supuesto una Copa Príncipe, pero
personalmente dejó mucho que desear. Inca y Mallorca, su casa,
tiran demasiado.
Con todo este panorama, a José Luis Oliete le queda menos tiempo
para determinar quiénes serán los integrantes de la pareja de
nortamericanos. John Floyd, ex del Guadalajara (LEB 2) es el que
mejor lo tiene, aunque hay muchas horas de vídeo por delante y la
alta cotización del dólar hace que se extremen las precauciones a
la hora de pujar por una parte básica en la columna vertebral del
equipo. A ellos se unirán los dos júniors y sub 20 seleccionados
por el preparador aragonés.
Siguiendo los pasos del que fuera base del Muro y Jovent, Joan
Riera, Llorenç Mons ha firmado con el Sondeos de A Coruña. Difícil
labor la del catalán en un equipo en el que sólo vale la
permanencia. Por su parte, Menorca sufre un duro revés al
comprometerse Sithapa Savane con el Tenerife. Quino Salvo ve
escapar de forma inesperada a la que debía ser referencia en la
pintura.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.