La plantilla del Real Mallorca sabe lo que se juega ante el Hadjuk
Split. En la retina quedan las imágenes de la eliminación hace dos
campañas a manos del Molde y el grupo de Bernd Krauss no quiere que
se repita la trágica historia. Los jugadores consideran que el
equipo croata es más peligroso que el Molde, pero se han conjurado
para superar la fase previa de la Liga de Campeones.
Francisco Soler, capitán del Mallorca, afirmó ayer que «ya no
hay ningún equipo fácil». El centrocampista mallorquín señaló que
«hemos de ser conscientes de lo que nos jugamos. Tenemos que
afrontar el partido con seriedad porque se trata de una
eliminatoria de gran importancia y que va a marcar el resto de la
temporada. Me imagino que para ellos el partido tendrá la misma
importancia». Las opiniones del resto de compañeros mallorquinistas
seguían el mismo guión. El lateral Javier Olaizola hizo hincapié en
la importancia del encuentro ante el Hadjuk Split. «Nos jugamos
mucho», dijo el jugador vasco.
Los jugadores del Real Mallorca se ejercitaron ayer y se
concentrarán a comienzos de la próxima semana de cara al partido de
ida que jugarán en Croacia el próximo miércoles. El equipo isleño
considera que es importante regresar con un buen resultado, ya que
se enfrentan al campeón croata y no quieren sufrir en Son Moix. El
Mallorca ya sólo piensa en el encuentro que debe jugar en
Split.
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