Hasta que en febrero no se inicien los concursos de la temporada
2002, daremos a conocer este deporte, arte o ciencia que es la
afición a la cría y cuidado de la paloma mensajera de competición,
la Colombofilia. En Balears no se puede dar una fecha exacta de la
primera competición, pero se tiene constancia de que en 1887, José
García realizó algunas sueltas con palomas de raza valenciana, pero
no es hasta 1929 cuando se funda la Federación Balear.
Nuestros atletas del espacio poseen un sentido de la vista
asombroso, una sobrenatural resistencia física y una orientación
extraordinaria. El colombófilo que empieza debe hacrse con palomas
de calidad, aunque nos vamos a centrar en los veteranos, y en el
sistema de apareamiento, querencia y entreno.
El colombófilo intenta aparear a un macho y una hembra que hayan
logrado buenos resultados en las competiciones. La temporada de
reproducción se inicia a finales de diciembre y acaba en mayo,
haciendo los pichones una muda entre julio y septiembre. La
fecundación tiene lugar entre los 7 y los 11 días, las hembras
ponen dos huevos que eclosionan entre los 17 y los 19 días. Los
huevos los incuban los dos componentes de la pareja.
A los 9 ó 10 días del nacimiento, el pichón debe ser sometido al
anillado por parte de la Federación, con la inscripción ESP, las
dos últimas cifras del año y un número que hará las veces de DNI de
la paloma. En la operación del anillado deben juntarse todos los
dedos, excepto el pulgar, pasando la anilla hasta el final del
mismo pulgar, y después se tira de él. Más adelante, seguiremos
informándoles sobre los primeros días y el crecimiento de las
palomas.
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