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EFE. Palma. El líder de la Liga, el Deportivo de la Coruña, encajó una goleada espectacular en Son Moix frente a un Mallorca que dio un giro total con respecto a anteriores actuaciones para anotarse un triunfo que le ayudará a superar el mal inicio de la temporada. Dos goles de Luque, y otros dos de Paunovic y Campano marcaron las diferencias en un choque siempre controlado por los hombres de Sergio Kresic, ante un rival flojo que no justificó el historial que le precedía.

El camerunés Samuel Eto'o corrió por un balón sin dueño en el área coruñesa y aprovechó las dudas de César y del meta Molina para habilitar a Luque, que sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. Apenas se habían disputado 8 minutos, y el Mallorca ya asestaba el primer golpe a un líder que encontró serias dificultades en los primeros instantes, tantos, que el técnico Javier Irureta ordenó a Valerón que calentara en la banda, aunque ya no entraría hasta la segunda parte.

El equipo de Sergio Kresic mostró una imagen mucho más sólida que en anteriores compromisos. El equipo se mostró fresco de ideas y desplegó en Son Moix una agresividad desconocida esta temporada, a pesar de que volvió a jugar con tres centrales -Olaizola, Siviero y Nadal- como ya es habitual en los esquemas de Kresic. El partido, abierto y lleno de alternativas, mantuvo un creciente interés a medida que transcurrían los minutos, ya que ni el Mallorca se conformó con la victoria mínima, ni el Depor renunció, por supuesto, a obtener una mejor suerte en el marcador. Por ello, a nadie extrañó que ambos equipos marcaran un gol cada uno en apenas dos minutos de diferencia. En el 26, Luque transformó su segundo tanto al sorprender a Molina con un gran disparo en la entrada del área, y en el 28, Pandiani cabeceó de forma extraordinaria para acortar distancia. El partido entró en una dinámica de gran actividad en ambas áreas debido a que el balón circulaba como una exhalación en la zona ancha del terreno de juego. No había tiempo para 'florituras', y todo se circunscribió a una verticalidad absoluta, con dos equipos buscando más goles.

El tanto de Paunovic supuso un nuevo jarro de agua de fría para el equipo de Irureta. Sólo habían transcurrido seis minutos de la segunda parte, y ya el Depor volvía a tener una desventaja de dos goles en el marcador. Irureta intentó darle más llegada a su equipo en los metros finales dando entrada a Valerón por Sergio, pero el Mallorca dispuso de mucho más espacios para sus contragolpes, y así llegó el cuarto gol de Campano, que cerró una noche memorable para el mallorquinismo.