Llaneras reconoció ayer haber pasado «un verdadero calvario» y
afirmó que el daño realizado, a pesar de haberse desmotrado su
inocencia, es irreparable y que este no se puede cuantificar.
«Estaba negociando con varios patrocinadores, pero estas vías se
cerraron cuando surgieron las noticias del positivo. No se puede
estimar económicamente el daño que sufrió mi honor, mi familia o mi
propio hijo», indicó. El ciclista, cinco veces campeón del Mundo y
olímpico, señaló que tras conocer la noticia de su positivo le
abordó una sensación de «sorpresa e incredulidad» porque veía «como
un sueño» que alguien «acusara a un inocente, por lo que sólo
quedaba ponerse a trabajar». En esos momentos llegó a desconfiar de
todo el mundo. «Pensaba mal hasta del perro que tengo»,
ironizó.
Llaneras, medalla de plata en la prueba americana en el pasado
Mundial, junto con su abogado, Andreu Garriga, no cierran ninguna
puerta una vez demostrada su inocencia. «Vamos a estudiar la
distintas vías con las que contamos para depurar las
responsabilidades jurídicas a cualquier nivel a instancias
nacionales e internacionales», señaló. En este sentido existe el
precedente de Laurent Dufaux que en relación al caso de Festina se
querelló contra la Unión Ciclista Internacional (UCI), aunque el de
Llaneras sería el primer caso de un ciclista que que lleva a la
UCI, que recientemente aumentó el seguro de responsabilidad civil,
por un asunto relacionado con el dopaje, lo que si ocurrió en otros
deportes como el Atletismo.
El mallorquín aunque no quiso entrar a valorar en profundidad el
sistema de control utilizado por la UCI, «no soy más que un mero
ciclista», si que lanzaba un mensaje en este sentido. «La UCI por
su cuenta y riesgo adoptó un sistema distinto al de la mayoría de
organismos internacionales. Ahora veremos lo que pasa», destacó. En
este sentido expertos del COI declararon en varias ocasiones que el
control de orina por si solo no es suficiente para establecer un
resultado positivo y apunta los análisis de sangre como complemento
en estas pruebas. Llaneras, sobre este particular, aseguró: «No
entiendo que si estuve en Amberes siete días antes del Mundial no
se me requiriera para pasar un control de este tipo, sobre todo
porque había sido ya campeón del mundo y olímpico, y que si que lo
hiciesen con 9 de los once miembros de la expedición española».
El ciclista baraja cuatro opciones como las responsables que
condujeron al error al laboratorio francés en su primer análisis.
En estas se encuentran que la orina no fuese del corredor, que la
muestra fuese adulterada, que el método no sea fiable o que el
procedimiento no se realizase adecuadamente justificó su silencio
durante este período para poder supervisar sin presiones el
procedimiento utilizado en el contraanálisis. Llaneras justificó de
esta forma su silencio del que dijo fue «mal interpretado» por
algunos medios de comunicación que «bien por dejadéz o malicia lo
han utilizado para desprestigiarme tanto personal como
profesionalmente». «Algunos medios franceses llegaron a acusarme de
ser un auténtico drogadicto» afirmó Joan. Respecto al caso
Guardiola, Llaneras dijo que «no son situaciones comparables porque
el fútbol mueve una gran cantidad de medios de comunicación. Los
titulares, las manifestaciones y el tratamiento son diferentes, es
difícil que en la prensa salgan afirmaciones tan duras como han
salido contra mi persona. Sin embargo sé lo que está pasando»,
dijo.
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