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Joan Llaneras Rosselló ha recuperado la sonrisa. De hecho, nadie podrá borrar una trayectoria ejemplar a prueba de laboratorios. La huella que la eritropoyetina (EPO) ha dejado en su vida ha sido pulverizada por un «negativo» sólo a expensas de un contraanálisis certero. A expensas de emprender acciones legales, su abogado, Andreu Garriga, estrecha el cerco. «Puede que la orina analizada no fuera de Joan, que fuera adulterada, que el método anti-EPO no sea fiable, o en su defecto no lo sea el proceso», comentó el representante legal. Acompañado de Garriga, Joan Llaneras compartió su agradecimiento, sus sensaciones y esbozó sus planes de un futuro, reflejados en un comunicado oficial distribuido a la prensa.

En una entrevista, que publica hoy íntegramente Ultima Hora en su edición de papel, el ciclista mallorquín asegura que «Pediremos daños y perjuicios, pero debemos determinar a quién. Las pérdidas económicas han sido graves. No he podido disputar varias competiciones, y me ha costado mucho dinero corroborar mi inocencia. A ello se unen los contratos de esponsorización que se han frenado, y sobre todo, el mal que se le ha hecho a mi familia y a mi persona. Alguien deberá pagar por todo».