El Drac Inca no romperá con sus raíces y mantendrá su centro de
operaciones en la capital de es Raiguer. Ante la posibilidad de un
traslado de la franquicia LEB a Palma en dos años y el probable
interés del consistorio palmesano, el alcalde de Inca, Pere Rotger,
y las cabezas visibles de la gestora inquense, acompañados del
presidente del IME, Gaspar Oliver, han querido salir al paso y
reafirmar al Drac Inca como exponente deportivo de la ciudad.
A Rotger, esta noticia le causó «sorpresa e indignación, y
todavía estoy molesto. Me sabe mal, porque estas informaciones
perjudican al Drac Inca y a la gente que apoya al club. Sólo falta
que por ésto se entre en una guerra entre Ciutat y la part forana»,
comentó el alcalde, que no dudó en afirmar que «este proyecto se ha
ganado nuestra credibilidad y la de sus patrocinadores. Como
alcalde, garantizo el apoyo del ayuntamiento», matizó el
responsable del consistorio inquer.
El más claro fue Sebastià Penya. «Mientras yo sea presidente,
jugaremos en Inca, y no creo que ningún directivo desee lo
contrario. Nunca se nos ha pasado por la cabeza dejar la ciudad».
Con estas palabras, el mandatario quiso zanjar el asunto y negar
presiones de los patrocinadores.
Por alusiones, el presidente del Institut Municipal de l'Esport
(IME), Gaspar Oliver, también estuvo presente en el salón de
plenos. Desde Cort no se desecharía la oportunidad de contar con un
equipo de élite que revitalice Son Moix. Oliver confirmó que fue
«el primer sorprendido. Con Drac Inca y su ayuntamiento siempre
hemos mantenido una relación cordial, pero nunca se han dirigido a
nosotros con el fin de que el equipo viniera de Palma», aunque no
cerró las puertas si llegara el caso. «Entonces, primero lo
consultaríamos a Pere Rotger y estudiaríamos la viabilidad de las
negociaciones», finalizó.
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