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Tomeu Terrasa El portero mallorquín Miki Garro se ha convertido en el gran protagonista del Real Mallorca en el transcurrir de estas últimas horas. Su estelar actuación en el Alfonso Morube fue determinante para que el Mallorca se clasificara para los octavos de final de la Copa del Rey, no sólo por el hecho de detener un penalti clave, sino también por sus paradas en la recta final del segundo periodo.

El futbolista reconocía ayer estar viviendo muy intensamente estas últimas horas. «Estoy muy contento, emocionado y con la moral muy alta. El encuentro contra el Ceuta me ha ayudado mucho personalmente ya que necesitaba hacer un partido bueno para demostrarme a mí mismo, a mis compañeros y al entrenador que pueden confiar en mí cuando quieran», manifestó el guardameta.

La temporada pasada fue muy importante para Miki ya que debutó en Primera División y firmó buenas actuaciones. Esta campaña también ha jugado y con el tiempo, Garro se está ganando a pulso el que confíen en él. «El año pasado creo que ya realicé un buen trabajo y esta temporada, más o menos, me he mantenido en el nivel en el que ha estado el equipo. Las cosas me están saliendo bien y espero que nadie tenga dudas de mí ya que día a día estoy trabajando como un auténtico obrero del fútbol, que es lo que me considero», declaró el guardameta mallorquinista.

Su actuación, principalmente en la parte final del encuentro, cuando más tensión había y más empujaba el Ceuta, resultó fundamental para que el Mallorca no encajara ningún gol. Después llegó la prórroga y posteriormente los penaltis. Ahí Miki también estuvo tremendamente acertado. El futbolista explicaba que López Nieto le preguntó qué portería quería y él escogió donde había más público y más presión. «López Nieto me dijo que había escogido la otra portería pero yo le dije que no, que quería ir donde estaba todo el público, todo el barullo. Ahí realicé buenas paradas y sabía que eso me daría suerte. Pese a que me gritaban y tal, las cosas me salían bien y quería parar allí», declaró.