Sergio Kresic dando indicaciones a sus futbolistas. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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El Real Mallorca sacó otra vez a relucir su peor cara. El grupo de Kresic sembró otra vez de dudas el más inmediato futuro tras una actuación deplorable ante un conjunto de Segunda División. Las conclusiones que ayer se extrajeron son varias pero todas concluyen en una misma: así no se puede continuar. Los mismos jugadores que el miércoles decepcionaron y que ayer regresaron a la Isla cabizbajos, ejercieron un claro ejercicio de autocrítica y nadie intentó, ni tan siquiera, maquillar un partido que sin duda entra en los catalogados para olvidar.

El que más claro habló fue Leonardo Àngel Biagini. El delantero, como la mayoría de sus compañeros, estaba muy afectado y evitó buscar cualquier tipo de excusas. «El resultado no es malo pero no es lo que queríamos. Buscábamos un marcado mejor pero no fue posible», comentó el delantero. Biagini reconoció que el juego desplegado por el grupo fue muy malo. «Se jugó muy mal "dijo Leo" más o menos guardamos el orden en el campo pero no estuvimos agresivos, ni llegamos nunca a la portería contraria y así es muy difícil ganar», explicó el punta mallorquinista.

Durante gran parte del encuentro, los futbolistas discutían entre ellos a fin de intentar buscar soluciones a un partido que, por momentos, era imposible de controlar. Respecto a esta cuestión, Biagini apuntó que «hablábamos mucho porque veíamos que podíamos perder el partido. Al final, dentro de lo malo, pudo ser mucho peor. Ellos estaban muy motivados, lo sabíamos, pero nosotros también teníamos que demostrar cosas y lo único que ocurrió es que ellos jugaron mejor y nosotros no fuimos capaces de jugar contra esto», dijo el futbolista. Algunos jugadores no habituales siguen sin aprovechar las oportunidades que le da su entrenador aunque desde el punto de vista de Biagini, el miércoles, no hubiera funcionado el equipo ni con los teóricos titulares.

«Cuando se juega mal no tiene nada que ver esto. Si ante el Córdoba hubieran estado otros jugadores posiblemente hubiera pasado lo mismo porque el equipo no funcionó en ninguna línea. Tratamos de hacerlo lo mejor posible y no nos salió bien, ahora no sirve de nada buscar excusas», dejó claro Biagini. Entre lamentaciones y caras largas el equipo regresó mentalizado de que es imprescindible cambiar el rumbo y cambiarlo lo más rápido posible. Ante el Betis es una buena oportunidad.