Moyà inició el partido frío, algo que empieza a ser habitual en
el ex número uno del mundo, y perdió su servicio en el juego
inicial. Sin embargo, el mallorquín, ansioso por ganar un torneo en
el que había disputado dos finales, ambas perdidas ante Àlex
Corretja (1998 y 2000), no tardó en reaccionar y recuperar el
'break'.
El equilibrio en el marcador se mantuvo hasta el desempate,
debido a que las armas de ambos jugadores "la potencia en el saque
y la fuerza de la derecha por parte de Moyá, y la agresividad y
juego de saque y volea por parte de Robredo" hizo que no se
produjera ninguna rotura más de servicio. En el 'tie break', el
mallorquín se mostró más sereno (7-4), hecho que le permitió
adjudicarse el primer set.
La consecución de la primera manga dio una mayor confianza a
Moyá, que rompió el servicio del de Hostalric (Girona) en el juego
inicial del segundo set. A partir de ese instante, el balear se
dedicó a conservar su saque y todo parecía indicar que se impondría
con comodidad. Sin embargo, el ímpetu y pundonor de Tommy Robredo,
que contaba además con el favor de los aficionados hizo que forzara
un 'break' que llevaba el segundo set a una nueva muerte
súbita.
La igualdad continuó en el desempate hasta que un Moyá más
tranquilo hizo gala de su experiencia y logró anotarse los puntos
decisivos.
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