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La mujer más buscada del mundo hizo historia y convirtió en realidad la mayor parte de sus sueños en tan sólo varios días. Obtener el rango de colegiado internacional, estrenar esa condición en Chamartín, y dictar sentencia en un clásico es un privilegio del que Carolina Domènech (Palma, 1976) disfrutó plenamente. Junto a Ibáñez Jiménez y Parets Cañas, sus asistentes en el coliseo madridista, esta mujer emprendedora que lleva el arbitraje en las venas y convive con él día a día, sabe que su realidad pasa, por el momento, por la Segunda B. El domingo, no obstante, le espera en Camp Nou, pero como cuarto árbitro.

"¿Es consciente de que ha sentado precedente?
"Creo que en parte soy protagonista de una parte de la historia del fútbol español, pues el hecho de que una mujer pite en el Santiago Bernabéu no es normal. Es un motivo de orgullo para mí, aunque debo centrarme en el trabajo y el tiempo dirá dónde debo estar. Pese a todo, mi gran objetivo es ascender a Segunda División A.

"¿Impresiona tanto el Bernabéu como dicen?
"Nunca había tenido la suerte de estar allí. Al principio me noté nerviosa. Saltar al campo te provoca sensaciones especiales, y más cuando ves tanta gente que está pendiente de tí y que disfruta de una gran fiesta. Una vez dentro del partido, te olvidas de todo y te centras en tu labor.

"¿Notó algún tipo de trato extraordinario o diferente por parte de los jugadores?
"Para nada, siempre me apoyaron, aunque hubo alguno que no estuvo conforme con algunas decisiones puntuales. No fue un amistoso en el sentido estricto de la palabra, pues ambos equipos salieron a ganar. No me complicaron mucho el arbitraje, y me trataron como a un colegiado más. Mi intención no era la de mostrar ninguna cartulina, pero las circunstancias me forzaron a enseñar tres. En general, no pasé momentos de tensión, pero lo que más me llamó la atención es el que el juego fue muy rápido.

"Más de una anécdota para el recuerdo...
"Bueno, todo el mundo comenta que el Atlético sacó dos veces desde el centro del campo, al inicio y tras el descanso. Me lié un poco, más al cambiarse todo el once visitante. Al final, al ser un encuentro amistoso, todo quedó en una circunstancias curiosa. Además, tuve el honor de estrenar el vestuario femenino reservado para árbitros, que no pasa de ser un aspecto llamativo.

"Tras esta primera toma de contacto, ¿se ve en disposición de afrontar los retos que se le avecinan?
"El del miércoles fue un amistoso, pero Real y Atlético salieron a por todas. Con la experiencia que llevó acumulada, me siento capacitada para dirigir cualquier partido.

"Supongo que en un momento tan especial se acordó de mucha gente.
"Mi carrera como colegiado empezó como un hobby, pero con el paso de los años me enganché y voy para arriba con todas mis ganas, dispuesta a demostrar que puedo estar arriba. He de reconocer que sin mi familia, en especial mi padre, es difícil que hubiera llegado hasta este punto, pero en especial, me gustaría dedicarle estos momentos tan importantes a mi madrina, que por desgracia nos dejó hace un año y medio.