La Associació Esportiva Manacor quiere recuperar la tranquilidad
perdida. Sin ganar desde noviembre, el grupo de Antonio Portillo ha
llegado a las puertas del abismo. Anclado en la 12ª posición, con
trece puntos en su haber, afronta mañana (18 horas) en tierras
toledanas una final ante un rival directo. Dos derrotas ante el
Ocaña Puertas Uniarte, en el cierre de la primera vuelta, y en la
siguiente y vital visita a Gavà, podrían encender la luz de alarma.
Tras debutar la pasada temporada con nota en la categoría,
disputando los play-off, en el segundo asalto a la División de
Plata la suerte no está del lado balear. Para la cita en Ocaña,
Portillo cuenta con las bajas del sancionado Leandro, Fumasa, que
arrastra problemas físicos, y Claudio, que se encuentra en Uruguay.
Los problemas se le acumulan al técnico, que pese a la
incorporación del ala Sergio, tan sólo dispone de ocho jugadores,
dos de ellos porteros. Pese a todo, Antonio Portillo es optimista,
«pues seguro que al final estaremos en una mejor posición».
En lo extradeportivo, la afición no acaba de acudir al Miquel
Àngel Nadal, pero en lo económico se empieza a ver la luz. Rafel
Sansó, presidente de la entidad, está a punto de cerrar un contrato
con los patrocinadores del primer equipo y se espera recibir los
cerca de 30 mil euros prometidos para el 2001 por la Direcció
General d'Esports como subvención. Además, se tiene constancia de
que entran en los planes de Illesport. El máximo referente del
fútbol sala balear necesita más que nunca hacer piña para salir
adelante.
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