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El Real Madrid necesita remontar el jueves ante el Athletic Club de Bilbao el 1-2 encajado en San Mamés para meterse en su final de la Copa del Rey, que se disputará en su estadio Santiago Bernabéu y en la fecha en la que se conmemora el Centenario, el 6 de marzo. El otro enfrentamiento de semifinales se presenta bastante más claro. El Deportivo puso un pie en la final con su victoria en el terreno del Figueres (0-1) gracias al taconazo de Diego Tristán e intentará poner el otro en su estadio de Riazor.

En el Real Madrid, entidad y plantilla se han marcado como primer objetivo inmediato el acceder al último peldaño copero para tener opciones de celebrar su cien cumpleaños con el título del torneo del k.o., algo que no consigue desde 1993. Pero el Athletic, ex rey de Copas y actualmente segundo equipo con más títulos en sus vitrinas tras el Barcelona, también ansía alcanzar el éxito en este torneo, que se le resiste desde 1984. Se prevé un duelo de primera magnitud, entre el mejor equipo como local de la Liga y el mejor como visitante, aunque en la presente temporada el Real Madrid ya salió airoso de su campo ante el cuadro vizcaíno (2-0).

La ida fue un espectáculo futbolístico. El Real Madrid se adelantó pronto por medio del francés Zinedine Zidane y tuvo ocasiones como para haber sentenciado su clasificación, pero las falló y el Athletic rugió como en sus mejores tiempos con una remontada que firmaron Joseba Etxeberria e Ismael Urzáiz. El 2-1 de San Mamés permite al Athletic partir el jueves con una ventaja corta pero importante, por cuanto obliga al Real Madrid a buscar de salida el ataque y eso puede permitir huecos aprovechables en las rápidas contras que despliega el equipo vizcaíno.

El alemán Jupp Heynckes, entrenador del Athletic, entró en la historia del Real Madrid como el técnico que le devolvió la gloria en la Liga de Campeones en 1998. Ahora se cruza en el camino de su ex equipo para devolver al Athletic a lo más alto al torneo que más le gusta. El Santiago Bernabéu volverá a lucir sus mejores galas. Un día más se llenará para comprobar si el Real Madrid es capaz de remontar la eliminatoria o si el Athletic hace gala de su eficacia fuera de casa y trunca la aspiración de los madridistas.

El modesto equipo catalán de Pere Gratacós, el Figueres, primer conjunto de Segunda B que llega a estas alturas en la historia de la Copa, no se rinde y mantiene su sueño vivo. Es consciente de que necesita poco menos que un milagro para darle la vuelta a la eliminatoria en el campo coruñés, pero quiere mantener su sueño vivo al menos durante otros 90 minutos. El partido es mañana, a las 21'15 horas, en Riazor. El Deportivo ni mucho menos ha dado por ganada la semifinal e intentará hacer valer su superioridad para sentenciar cuanto antes y evitar que el Figueres tenga opción a dar una nueva sorpresa, como ya ha hecho, entre otros equipos, con el Barcelona y el Osasuna, si bien a estos los venció en su campo y cuando las eliminatorias eran a partido único. El equipo gallego podría alcanzar su segunda final de la historia, después de la que ganó en 1995 al Valencia (2-1).