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La esencia del ciclismo vasco alcanza su máxima expresión de la mano de aquel proyecto que hace nueve temporadas echó a rodar de la mano de la Fundación Euskadi. Tiempo después, con un presupuesto de 700 millones, gracias a la aparición de un patrocinador fuerte y a la labor de los hermanos Julián y Rubén Gorospe, Euskaltel-Euskadi se ha ganado a pulso una plaza entre los mejores equipos del mundo, refrendada con un debut en el Tour que consagró a Roberto Laiseka en Luz-Ardiden, una cima reservada hasta este pasado año a los Delgado, Induráin y Cubino.

La ronda gala y la Vuelta son los dos pilares sobre los que se sustenta la preparación. La apuesta por gente de la tierra ha funcionado, lo que hace que Euskaltel-Euskadi carbure con una capacidad de generar recursos casi única en el planeta. «Nos está saliendo bien y no vamos a renunciar a esta filosofía», subrayó Julián Gorospe, director de la escuadra naranja.

La porción del equipo desplazada hasta Mallorca cuenta con el grueso de las figuras de Euskaltel-Euskadi. El propio Laiseka, jefe de filas, David y Unai Etxeberría, Haimar Zubeldía y demás ya circulan por nuestras carreteras poniendo las bases de los triunfos que acumularán durante el curso ciclista. «Especialmente queremos hacerlo bien en las pruebas del calendario español, en especial la Vuelta, aunque el Tour es un escaparate ideal. También estaremos en pruebas de la Copa del Mundo, como la Lieja-Bastogne-Lieja, la Flecha Valona o San Sebastián», comentó Gorospe, instantes antes de que sus pupilos realizaran el primer entrenamiento por carreteras mallorquinas.