En la línea de salida no faltó ninguno de los tres profesionales
nacidos en Mallorca. Tanto Toni Tauler como Joan Horrach y Toni
Colom departieron con las autoridades y se dejaron ver antes,
durante y después de la carrera, ya en el podio.
El más forjado de la terna, Toni Tauler, volvía a Ciutat con el
maillot de Kelme-Costa Blanca, con el que renovó por dos temporadas
finalizada la Vuelta a España. El corredor natural de Santa
Margalida ha ganado peso específico en los esquemas de Vicente
Belda, quien le ha convertido en una figura imprescindible en las
grandes citas de la escuadra ilicitana.
El listón parece que está alto, pero Tauler no duda de sus
posiblidades y espera «que las cosas salgan igual de bien, aunque
debo estar tranquilo, pues esto acaba de empezar», comentó el
deportista al abandonar el control de firmas del Passeig
Marítim.
Ante la dureza y las exigencias de un Kelme-Costa Blanca que
aspira a todo, Toni Tauler se dosifica viendo que en el tramo final
de la temporada 2002 será cuando se jueguen gran parte de la
campaña. «No estoy al cien por cien, todavía estoy lejos, pero allá
por el mes de abril espero alcanzar mi primer pico de forma para
afrontar con garantías pruebas como la Dauphiné-Liberé y las
previas del Tour y la Vuelta», significó.
El hecho de que su precoz jefe de filas, Óscar Sevilla, haga de
Tauler uno de los pilares de sus éxitos en las dos «grandes» en las
que el de Osa de Montiel parte como favorito en los pronósticos, es
todo un honor para el balear, que no esconde «el orgullo que supone
el que me tengan tan en cuenta. Estoy convencido de que Óscar puede
hacer cosas importantes y en un plazo de tiempo será uno de los
mejores del panorama ciclista», señaló.
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