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EFE. ZARAGOZA El Real Zaragoza logró un triunfo vital sobre un rival directo en la lucha por eludir la zona peligrosa de la clasificación, gracias a un gol del paraguayo Roberto «Toro» Acuña en el que falló estrepitosamente el guardameta del equipo mallorquín Carlos Roa.

El Zaragoza evidenció en los primeros minutos velocidad y sentido del desmarque, lo que le hacía llegar con cierta facilidad al área de un Roa, que cometió en este periodo varios fallos poco comunes en él en la recepción de los balones. Sin embargo, al equipo aragonés le faltó culminar las jugadas porque toda la pólvora se le quedaba por el camino, pues la línea del borde del área pareció ejercer un maleficio en la continuidad del juego. Cuando el equipo de Luis Costa se acercó a ella parecía que se acababan las ideas y todo se reducía a centros, la mayoría de las veces poco precisos, que casi siempre favorecían a la zaga mallorquina.

El conjunto insular, cumpliendo su papel de visitante, jugó a la contra y, gracias a la velocidad de Luque y a las incorporaciones de los laterales, creó peligro porque se plantaba con relativa facilidad en el área local, aunque la zaga local estuvo rápida al corte y desbarató cualquier intento de marcar de su rival. En el minuto 52, ambos conjuntos tuvieron su mejor ocasión de lograr gol. Por primera vez remataron entre los tres palos y los porteros evitaron que se moviera el marcador, primero César Láinez con una parada a bocajarro a un remate de cabeza de Ibagaza, y, en el contragolpe siguiente, fue Roa el que envió a córner un potente disparo de Drulic.

El partido cogió ritmo pero el gol, que se intuía en cualquiera de las dos porterías, llegó gracias a un fallo garrafal del meta Roa tras un disparo desde fuera del área del «Toro» Acuña. El gol dio confianza a un Zaragoza que estuvo muy seguro en defensa y que apenas dio opciones a un Mallorca que buscó desesperadamente igualar la contienda, aunque la zaga local anduvo segura y, salvo en una ocasión que envió alto el balón Samuel Eto'o, no inquietó especialmente a un Laínez que estuvo muy seguro toda la tarde.