La inoportuna visita del Jerez puede acabar de agotar el crédito de
un filial situado en el umbral de la UCI. Una vez más, el Mallorca
B deberá luchar contra un rival forjado y un Lluís Sitjar que
supone un Vía Crucis para los hombres de Tomeu Llompart. Las
urgencias empiezan a ser acuciantes en el seno rojillo, más tras un
inicio de segunda vuelta que, para nada, invita al optimismo. La
derrota en el Ramón de Carranza acabó de precipitar a un equipo sin
ángel y al que la fortuna parece haberle abandonado incluso allá
donde mejores prestaciones ofrecía, lejos de Ciutat.
Llompart pierde a dos de los revulsivos de los que había gozado
en las últimas semanas. Julián Robles y Albert Riera vuelven al
primer equipo, y sus ausencias se unen a las de Buades y Chando. De
esta manera, el once que puede disponer el preparador inquense no
ha de variar mucho del formado por Alberto bajo palos, con Herrero,
Campos, Julio, Juanlu, Viale, Toni González y Roberto Merino,
mientras que Morgado "que ingresa nuevamente en la lista del
filial" y Güiza, formarán la apuesta ofensiva.
El Jerez llega a nuestra isla tras haber firmado una trayectoria
brillante. Ocupan la cuarta posición del grupo, con 38 puntos en su
haber, y plenas opciones de jugar la liguilla de ascenso a la
Segunda División A. Muy diferente es la situación del Mallorca B.
Penúltimo y acostumbrado a ver cómo sus rivales salen victoriosos
del Lluís Sitjar, los mallorquinistas acumulan un pobre bagaje de
cinco puntos como locales, fruto de una victoria y dos empates. Es
el momento de romper las estadísticas, pues la cuenta atrás ya ha
empezado y el tiempo apremia.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.