Los jugadores del Real Mallorca se reunieron a solas a expensas de su entrenador. Foto: T.M.

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Tomeu Terrasa Los jugadores del Real Mallorca mantuvieron una reunión de carácter privado sin contar con la presencia de Sergio Kresic y tampoco sin ninguno de los ayudantes del entrenador ya que ni Zósimo San Román ni tampoco Jorge Quinteros estuvieron en este encuentro. Esta «charla» entre los integrantes del plantel fue propiciada por el propio técnico croata. Los acontecimientos tuvieron lugar al mediodía del pasado domingo, poco antes de la hora de comer. Al terminar el entrenador de analizar los detalles previos al rival y dar a conocer el once titular a los jugadores, el propio técnico invitó a sus futbolistas a que se quedaran solos en el salón e intercambiasen entre ellos opiniones relacionadas con la situación actual.

Sergio y sus ayudantes se marcharon y quedó la mayoría del plantel que, por espacio de unos minutos, intercambió opiniones respecto al partido de la tarde y también se habló de los puntos concretos en los que ellos pueden incidir para intentar dar un giro importante a la trayectoria del equipo. Kresic no improvisó sobre la marcha, más bien todo lo contrario, ya que había pensado días antes dejar a sus hombres solos y así lo comunicó al propio presidente el pasado viernes. Esta reunión por lo excepcional que puede llegar a ser, creo cierta confusión en el entorno mallorquinista y se habló incluso de motín de los jugadores contra su técnico.

Ayer mismo, Marcos Martín de la Fuente aclaró lo sucedido además de solicitar que «no se distorsione la realidad» cuando se hable de esta cuestión. «El mister nos habló sobre el rival y sobre el partido en la reunión normal antes de los encuentros. Tras dar las órdenes y las consignas, el entrenador dijo que le gustaría que nosotros nos quedáramos en la sala y hablásemos sobre la situación deportiva», explicó Marcos.

El jugador interpreta el hecho de que el entrenador les dejase solos para intentar buscar una motivación extra que hiciera reaccionar al grupo. «Veo positivo lo que hizo. Él salió del salón y se marchó. Me sorprendió ya que no me lo esperaba, pero fue él quien motivó que nos quedásemos ahí para hablar», manifestó el centrocampista del Real Mallorca. Al final, la charla que mantuvo el plantel de poco o nada sirvió ya que el marcador final fue adverso y los rojillos regresaron de vacío de jugar en La Romareda. Ayer el equipo descansó y hoy regresará al trabajo en un clima de tensión, por lo difícil de la situación, pero también con la conciencia de que se hace necesario concentrarse al máximo para ganar al Sevilla en el partido que se jugará el domingo ante el Sevilla. Todo lo que no sea la victoria significará aumentar todavía más la señal de alarma en torno al vestuario mallorquinista. La posición de descenso que ocupa el grupo de Sergio Kresic obliga a reaccionar con inmediatez al Mallorca si no quiere ver disminuidas sus opciones de mantener la categoría.