Xavi Torres no descarta sorprendernos más adelante con un desafío
más alucinante si cabe. A este nadador capaz de amontonar medallas
de cualquier metal le faltan pocas cosas por hacer en una piscina.
Su capacidad de superación y esfuerzo están fuera de toda duda,
pero el reto del próximo viernes rompe moldes.
Son Hugo será escenario de un récord mundial, avalado por la
Federación Balear de Natación y la FINA, y en el que el triple oro
paralímpico en Sydney pretende romper las barreras espacial y
temporal. Ni más ni menos que 24 horas consecutivas se ha planteado
Xavi nadar a la caza de una marca para la posteridad. A las ocho de
la tarde del día 1 de marzo de 2002, día de les Illes Balears,
Torres se zambullirá en una ilusión que surgió «medio en serio,
medio en broma. Lo comenté con David Meca, y pensé que ya llevaba
once años compitiendo en las mismas pruebas y distancias, por lo
que sería interesante hacer algo que se saliera de la rutina»,
comenta un Xavi Torres que irradia optimismo.
El objetivo, al margen de finalizar la jornada completa a nado,
es alcanzar una distancia cercana a los 60 kilómetros, todo un hito
teniendo en cuenta que un nadador sin discapacidad firma 100
"plusmarca mundial". Todo ello supondría un registro a igualar. En
el test previo realizado, los resultados invitan al optimismo. En
cinco horas ha totalizado 14.400 metros, unos números que entran en
los cálculos de Xavi y su equipo.
El ritmo y la intensidad de los entrenamientos del campeonísimo
paralímpico han sufrido un radical cambio. El fondo ha centrado sus
entrenamientos, pero las vicisitudes del calendario le permiten
recuperar terreno en vistas a futuras competiciones. «Este año, el
Mundial es en diciembre, por lo que tengo margen para prepararme a
conciencia, sin descuidar el Campeonato de España de finales de
marzo», significa el deportista, que desea que «la gente participe,
nadando o pasando el rato con todo el espectáculo que envuelve a la
prueba. Deseo que sea un récord no sólo mío, sino de todos».
Sin duda, la preparación física juega un papel determinante,
pero la mente es la que puede jugar una mala pasada. Pese a todo,
el nadador podrá descansar un máximo de cinco minutos cada hora.
«Ahí está la diferencia. Lo que quiero es no caer en la rutina, y
para ello, quien quiera me puede acompañar y mi equipo me dará
constantemente información», comenta el vigente triple campeón
paralímpico. La dureza de la noche es otro de los puntos que más
preocupa a Xavi, «pues los biorritmos del cuerpo humano te piden
descanso, y por ello prefiero que pase cuanto antes», piensa
Torres, que contará con el apoyo de sus colaboradores más fieles,
el fisioterapeuta Pere Galiana y el doctor Antoni Aguiló.
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