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La irrupción de Mario Perry en el Drac Inca sigue generando debate. Una facción importante de la cúpula que gobierna el club se opuso desde un principio a la contratación de este entrenador croata sin ningún currículo y experiencia en el baloncesto profesional. Perry, que ha firmado un contrato de una temporada de duración (percibe 1.202 euros mensuales), ha desembarcado en la entidad por expreso deseo del vicepresidente Joan Rubert y la perenne insistencia del directivo Gonzalo Pampín, pero gran parte de la junta considera que su fichaje se ha producido en el peor momento posible y que su perfil no se ajusta a las necesidades de la entidad.

De hecho, las atribuciones reales de Mario Perry han generado una confusión absoluta. En algunos sectores del club se asegura que sólo tiene competencias sobre las categorías inferiores "parcela que durante las últimos años ha asumido Roberto Díaz", aunque algunos integrantes de la propia directiva no han dudado en señalar que el croata tiene poder absoluto en materia deportiva y será el hombre encargado de diseñar el nuevo proyecto inquense. El lío es enorme, aunque su desconocimiento de la LEB y el mercado de jugadores es de dominio público.

La renovación de José Luis Oliete puede provocar el primer gran cisma. El presidente Sebastià Penya quiere ampliar el contrato del aragonés porque está convencido de que es el mejor entrenador que ha trabajado en el club durante los últimos años, aunque Perry parece tener otras prioridades y entregar el banquillo del primer equipo a una especie de marioneta. De hecho, esta misma temporada y antes de que se convirtiera en director deportivo o director de cantera, el croata se había referido al trabajo de Oliete en términos peyorativos "«este equipo no juega a nada».

Otro aspecto que también debe aclararse es la predisposición del propio Oliete a trabajar con un tipo que se vanagloria constantemente de unos presuntos éxitos obtenidos en el baloncesto yugoslavo pero que desde que llegó a España su mayor logro es haber entrenado al Ferrerías (un equipo de Autonómica) y haber visto los entrenos del Joventut. El pívot y capitán de Baloncesto León Martín Ferrer reanudará los entrenamientos esta semana, con lo que, si no surgen contratiempos, estará en disposición de jugar el viernes ante el Drac Inca. El veterano jugador mallorquín se perdió el último compromiso en la pista del Cornellá Llobregat, al resentirse de sus molestias en un costado, que ya había arrastrado en los anteriores partidos, tras un fuerte golpe recibido en esta zona.

A pesar de que Ferrer estará en disposición de ser utilizado por el técnico Roberto Herreras ante el conjunto balear, la lesión del jugador le impedirá estar al cien por cien, para lo cual requeriría un descanso mínimo de dos semanas, del que ahora no dispone el equipo que está a punto de afrontar las eliminatorias de ascenso a la Liga ACB. Baloncesto León seguirá contando con la baja del lesionado Jorge García, intervenido quirúrgicamente la pasada semana de una lesión en su tobillo derecho que le mantendrá alejado de la actividad al menos tres semanas. García, al que se le realizó una artroscopia, iniciará la rehabilitación esta semana.