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Entrena al Quintanar del Rey, pero nació en Lloseta. Acabó su ciclo como futbolista en el Villarrobledo, pero su juego creció en el Atlético Baleares. Militó tres años en el Pontevedra, pero ahora vive en Yecla. Asegura que «en Mallorca nadie se acuerda de mí», pero se ha convertido en uno de los preparadores más cotizados de Castilla La Mancha. Es Biel Ramón, un entrenador nómada, el único técnico mallorquín que actualmente dirige a un equipo de la Península.

Marcó 16 goles en el último equipo que le ha dado vida al Estadi Balear y allí se granjeó un futuro que le llevó hasta Gandía, Girona y Sant Andreu (allí jugó junto a Calderé). Luego fichó por el Yeclano (en Yecla conoció a su actual mujer) y posteriormente firmó por el Pontevedra (aquí se saca el carnet de entrenador), donde estuvo tres temporadas. Su vida como futbolista murió en el Villarrobledo, en Tercera, y allí nació su periplo como técnico: «Mientras jugaba me ofrecieron entrenar a la escuela de fútbol del club y al año siguiente me dieron a elegir, o seguir jugando o dirigir al primer equipo». Colgó las botas con 34 años y se recicló para adaptarse al mundo de la pizarra. «Estuve tres temporadas en el Villarrobledo y en los dos últimos disputamos la liguilla de ascenso a Segunda División B. Perdimos la opción de subir en el último partido y luego no me renovaron, me quedé sin equipo».

Pensó en regresar a la Isla («tengo una casa en Lloseta») pero prefirió esperar hasta que llegara alguna oferta interesante. «A mediados de octubre me llamaron para dirigir al Quintanar del Rey, equipo que estaba en la mitad de la tabla y el pasado domingo nos clasificamos para la fase de ascenso. Ha sido una gran temporada, pero la liguilla es otra historia», agrega Ramón. El técnico de Lloseta explica que la principal diferencia entre el balompié balear y el peninsular es «la economía». «El Quintanar tiene 35 millones de presupuesto y es uno de los más bajos, algo impensable en la Isla. Además, los jugadores tienen más facilidad a la hora de cambiar de comunidad y eso en Mallorca no pasa». Sin embargo, Biel Ramón reconoce un paralelismo entre el fútbol balear y el manchego: «Resulta muy difícil lograr el ascenso a Segunda B porque competimos con equipos de Andalucía y Extremadura, y los presupuestos allí se disparan. Es lo que sucede en Balears con los clubes murcianos o catalanes y por eso hace cinco años que ningún equipo de Castilla La Mancha logra el ascenso».

No renuncia a regresar algún día a Mallorca a pesar de que todo depende «del proyecto que me ofrezcan» y asegura que «hasta que no acabe la liguilla de ascenso va a ser difícil que me salga alguna oferta». Comenta que le ha «sorprendido» la trayectoria del Mallorca, pero que «ahora en el fútbol hay mucha competitividad y eso se nota cada temporada». El Quintanar del Rey milita en el grupo XVII de Tercera División, es cuarto con 64 puntos (56 goles a favor y 36 en contra) y ha logrado el ingreso en la segunda fase de la competición después de ganar al Cuenca a domicilio 1-2. «Aquí tengo un nombre y por eso es poco probable que vuelva a Mallorca. Sé que para mí es mucho más sencillo dirigir a un equipo de Castilla La Mancha», concluía el preparador natural de Lloseta.