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Luis Miguel Pascual - SEÚL
Francia y Senegal, que hoy se enfrentarán en el partido inaugural del Mundial de 2002, celebraron ayer sus últimos entrenamientos previos a la gran cita con ambientes diferentes en las concentraciones. Francia parece haber asimilado la baja de Zinedine Zidane para el partido y se centra en encontrar la solidez del juego que le ha llevado a ser el conjunto más prestigioso de los últimos tiempos. El seleccionador, Roger Lemerre, afirmó que el resto de los internacionales aumentarán en concentración para paliar la baja de su compañero. «Sabemos de la importancia de Zidane, pero cada uno sabrá hacer lo necesario para mitigarla. Los que jueguen estarán más atentos porque saben que sin 'Zizou' el equipo se encuentra en problemas. La concentración se multiplicará por once y lo que pierdes por un lado lo ganas por otro», dijo el seleccionador en rueda de prensa.

Tampoco el capitán, Marcel Desailly, parece preocupado por la ausencia del que calificó «mejor jugador del mundo», porque a su juicio tienen jugadores suficientes para paliar esta baja. Francia no entrenó en el estadio que acogerá el partido inaugural, para evitar un largo desplazamiento de tres horas y lo cambió por una sesión de preparación en su terreno habitual, cerca de su hotel. Pero, como es costumbre de Lemerre, se ejercitaron a puerta cerrada. El seleccionador no da pistas de cómo resolverá la ausencia de Zidane, aunque todo apunta a que colocará a Youri Djorkaeff en el puesto del jugador del Real Madrid.

Senegal, mientras tanto, parece tener menos secretos. Los africanos, que jugarán su primera fase final de un Mundial, esperan dar la sorpresa frente a los campeones del mundo, el país que durante décadas fue su metrópoli y que acoge a la mayoría de los futbolistas senegaleses en su Liga. «Sabemos que Francia tiene casi todos los mejores jugadores del mundo en cada puesto. Pero hemos trabajado mucho, estamos listos física y tácticamente», dijo el seleccionador, que confesó que el objetivo del equipo es pasar la primera ronda, un fin «posible» en el grupo A (en el que también están Uruguay y Dinamarca).

Metsu afirmó que no saldrán al campo a cerrarse en su portería, sino que buscarán la victoria. «No porque sean los campeones del mundo vamos a salir sólo a defender. El fútbol es defender y atacar y trataremos de hacer ambas cosas. Si estamos cerrados atrás no será porque queramos sino porque los franceses no nos dan opción», dijo. Los internacionales senegaleses quieren olvidar el asunto de su compañero Jalilou Fadiga, sorprendido cuando robaba un collar en una joyería. «Sólo nos interesa el fútbol y nada más», dijo el seleccionador mientras que el defensa Aliou Fadiga aseguró que «el ambiente del grupo es bueno».