TW
0

La decisión del Comité Nacional de Àrbitros de no ascender a Carolina Domènech a Segunda División A puede precipitar la despedida de la trencilla mallorquina del arbitraje. La colegiada balear aseguraba ayer en los micrófonos de Ultima Hora Radio tras conocer la noticia que «mi sueño era subir y ya planteé a principio de temporada que, si no ascendía, lo dejaba».

Domènech, que aseguró que ya se imaginaba «que no iba a ascender», confiaba en que la decisión que adoptó el Comité «no tenga nada que ver con mi condición de mujer. No quiero pensarlo, porque creo que en el fútbol no hay sexos. Supongo que durante estos años me habrán visto como un árbitro, no como una mujer», agregaba.

Sobre la posibilidad de que abandone el arbitraje, Carolina Domènech significaba que «no lo tengo decidido, pero hay un número muy grande de posibilidades de que, cuando menos, deje de pitar en Segunda B y renuncie como árbitro internacional. El lunes tomaré una decisión». La trencilla no estaba dolida "«la vida no se acaba aquí», añadió" pero comentaba que «es un golpe muy fuerte porque siempre me ha gustado mucho arbitrar. Me lo tomé como un hobby y no lo hacía por dinero, por eso es una gran decepción no poder subir».

Por su parte, su padre y presidente del Comité Balear de Àrbitros, José Domènech Riera, «mi hija ha sido vetada, no puede ir contra corriente y a sus 26 años se ha encontrado con una barrera infranqueable que le ha aconsejado abandonar el arbitraje. Era el momento para ascender y, si no ha subido ahora, ya no lo hará nunca», agregó.

Carolina Domènech meditará su retirada este fin de semana, a pesar de que es probable que siga dirigiendo partidos de Tercera.