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El Memo Memulini de Santiago Mesa empieza con fuerza el tramo más determinante de la temporada náutica de altura. Tras su llamativa participación en Valencia, la embarcación que lidera la general de la VIII Regata Breitling-Illes Balears se ha adelantado a las clásicas de la flota, aunque Bribón y CAM "defensor de la gorra de oro y plata de la prestigiosa firma relojera" no se han quedado a la zaga y aguardan al acecho cualquier imprecisión.

Las veintiséis mejores tripulaciones del momento se dieron cita en Porto Portals para iniciar la semana más intensa de la vela balear. El inicio de la primera regata barlovento-sotavento, previsto para las doce del mediodía, tuvo que retrasarse ante la alarmante ausencia de viento en una jornada soleada y que permitió, una vez que las embarcaciones tomaron las aguas de la bahía de Palma, presenciar un espectáculo que va más allá de la propia competición.

Tras una corta espera, la regata vivía sus primeros compases oficiales con un viento de ocho nudos en dirección sur que empezaba a animar a los navegantes y curiosos que, desde sus embarcaciones particulares, seguían las evoluciones de los selectos participantes en una prueba que puso en marcha el tan comentado juicio directo en el agua, una inicitiva que, a buen seguro, pondrá fin a las habituales protestas una vez finalizada la regata, que a su vez provocan un retraso a la hora de confeccionar las clasificaciones y las molestias consiguientes a los grandes protagonistas. En la primera salida, el comité decidió dar la llamada general para repetir la maniobra, esta vez con el éxito esperado.

Desde que las embarcaciones empezaron a navegar al máximo nivel, el Azur de Puig de la infanta Cristina encabezó la flota de IMS 500 por el lado derecho del campo de regatas. A continuación, el TAU Cerámica de Luis Doreste y Javier Domínguez Banderas marcaba las pautas. No muy lejos, el Fram XV del rey Harald de Noruega, el Banco Espírito Santo, con José Luis Doreste al mando de la situación, y el Bribón de Josep Cusí, empezaban a remontar posiciones en la mar y a poner las cosas en su sitio. La bajada del viento hasta vasi seis nudos y los contínuos roles de cinco a diez grados marcaron el desarrollo de la segunda ceñida. En este punto, el Bribón marcó el punto de partida de su particular reacción, acabando en primer lugar en tiempo real, seguido del Banco Espírito Santo y del Azur de Puig, que finalizó la jornada en tercer lugar.

Tomando como referencia el tiempo compensado, la embarcación de Josep Cusí obtuvo el triunfo, seguido del CAM y el TAU Cerámica, tercer mejor barco a la conclusión. Dentro de la clase IMS 600, la sorpresa llegaba de la mano del uruguayo Memo Memulini, un IMX 40 que está demostrando estar en un gran momento. Su ventaja final fue mayor de la esperada en un primer momento, pero con una gran primera ceñida se escapó de los grandes favoritos, caso de las embarcaciones: Retevisión, ONO "reciente campeón de España" o el Zurich de Jan Santana.