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Tres equipos insulares iniciarán este año su incursión entre la elite del balompié balear, donde pondrán a prueba su capacidad de supervivencia entre un grupo que no suele dispensar una cariñosa acogida a los nuevos invitados. Génova, Sant Rafel y Peguera se ganaron a pulso un hueco entre los mejores, pero esta temporada las exigencias se incrementan y la capacidad de respuesta de los adversarios adquiere una proporción que en ocasiones resulta incontestable. El salto de Regional Preferente a Tercera acostumbra a ser pronunciado y por ello tanto mallorquines como ibicencos han planificado unas plantillas que se ajustan a un mismo objetivo: mantener la categoría en su regreso ante los grandes.

El primer equipo en ganarse el privilegio de actuar de nuevo en categoría nacional fue el Génova de Bernat Ballester, que obtuvo su billete tras una gran temporada regular que concluyó como campeón del grupo mallorquín. Jugadores, equipo técnico y directiva realizaron un gran esfuerzo que se vio recompensado con el merecido ascenso, que se había buscado con mucha perseverancia desde es Garroveral.

Para esta temporada, el conjunto palmesano mantiene su apuesta en el banquillo y trata de reforzar un grupo que va cobrando forma con el paso de los días, pero que todavía no se ha cerrado definitivamente. Los blanquiazules ya han cerrado la incorporación de Rubén Rueda (Felanitx), Peli, Javi y Cánovas (Penya Arrabal), Rubén (La Victoria), Joan Vich (La Salle) y Javi García (Ferriolense) y están a la espera de concretar la adquisición del que fuera jugador del Ferriolense, Francis, para ganar en calidad y aportar algo más de clase a sus filas. En cuanto a las bajas, sólo Manolo Cáceres e Ismael, lesionados y pendientes de recuperación, se caen del plantel que materializó el ascenso.

El Sant Rafel fue el gran protagonista de la pasada liguilla donde sus actuaciones se contabilizaron por triunfos. Su fútbol liquidó las opciones de clubes tan interesados en el ascenso como el Alcúdia y su concurso en Tercera se presenta como una incógnita lejos todavía de despejarse. La principal atención recae en el banquillo, donde la continuidad del artífice del éxito, Pepe Arabí, está todavía pendiente de confirmación. Hasta el momento, las riendas de la plantilla las ha asumido el segundo entrenador, Juan Guillamó, que trabaja con el grupo durante el período de preparación estival. Los pitiusos ya se han confirmado varios fichajes, todos ellos procendentes del fútbol ibicenco. Pep Soldat (Portmany), Carlos Navarro (Peña Deportiva), Àlvaro (Peña Independiente) y el recuperado Isra, mientras que causarán baja Juan Rivas, Chume y Cano.

El Peguera fue el último en sumarse al selecto grupo. Los verdiblancos aceptaron la renuncia del Ferreries, que desestimó su plaza por temas económicos y ahora están dispuestos a pugnar hasta el máximo para conseguir la permanencia. Paco Swolsak, ex del Soledat, coge el mando y la entidad ya ha sellado un acuerdo con Omar, Navarro, Mario (Soledat), Salom (Santa Ponça), Nico (Cide) y Nito (La Vileta), aunque está a la espera de seguir sumando refuerzos, procedentes en su mayoría del mismo conjunto azulgrana. Todo por la salvación.