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EFE - Cádiz El Mallorca derrotó en la final al Valencia en la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti y se llevó a sus vitrinas la cuadragésima octava edición del Trofeo Ramón de Carranza, tras una final aburrida en la que ambos entrenadores plantearon un encuentro muy reservón. Partido de auténticos estrategas el disputado entre Valencia y Mallorca, que más que una final parecía un partido entre equipos que se estudian para el encuentro que les enfrentará en la primera jornada liguera.

Fue el conjunto valencianista, vestido de naranja, el que pareció tomar al principio las riendas del partido, y avisó en los minutos 5 y 17 con dos balones al larguero: uno de Ayala y otro de Serban. Tras estos dos sustos, el Mallorca intentó sacudirse la presión, tocando un poco mejor en el centro del campo y buscando a un Luque que, aunque peleón, se perdía ante la potente zaga valencianista. De ahí al descanso, nada destacable, sólo, quizás, la actitud de un animoso público que ponía su simpatía ante un partido que resultaba tedioso por los sistemas reservones de ambos entrenadores.

En la segunda mitad ambos conjuntos cambiaron el 'chip' y el encuentro ganó enteros, ya que tanto uno como otro equipo se lanzaron arriba en busca de un gol que no terminó de llegar. Así, Luque gozó de tres claras ocasiones que desbarató Cañizares, mientras Carew y Juan Sánchez tuvieron otras tantas, atajadas por Leo Franco. Al final, el partido se resolvió en la tandas de lanzamientos de penalti, en la que e Mallorca ganó por 3-2. Por el Valencia ,marcaron Fabio Aurelio y Curro Torres y fallaron Aimar, Ayala, Carew y Marchena. Por el Mallorca marcaron Soler, Lozano y Marcos, y fallaron Luque, Campano y Nadal.