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6 REAL MADRID: Iker Casillas, Míchel Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos, Figo, Celades, Cambiasso, Solari, Raúl y Guti.
Cambios: Morientes por Cambiasso y Raúl Bravo por Roberto Carlos.
0 GENK: Moons, Vanbeuren, Tomasic, Zokora, Roumani, Beslija, Skoko, Wamfor, Daerden, Dagano y Sonck.
Cambios: Soley por Vanbeuren; De Camargo por Dagano y Suzuki por Beslija.
Àrbitro: Knud Erik Fisker (DEN). Amonestó a Soley (m.91).
Goles:
1-0. Minuto 44: Guti dispara con fuerza, Zokora toca el balón y lo introduce en su portería.
2-0. Minuto 46: Míchel Salgado se hace con el esférico dentro del área y marca a la media vuelta con un disparo raso.
3-0. Minuto 55: Figo, de penalti cometido sobre Helguera.
4-0. Minuto 64: Guti roba un balón y la coloca con clase al lado derecho de Moons.
5-0. Minuto 74: Celades, de potente derechazo tras recibir de Raúl.
6-0. Minuto 76: Raúl, de poderoso zurdazo desde fuera del área.

JOSÉ A. PASCUAL-MADRID

La fortuna solapó la apatía y la falta de motivación del Real Madrid y la desgracia, encarnada en la bota el marfileño Didier Zokora, castigó al Genk. Sólo así pudo el conjunto español romper la tónica de un partido soporífero, que discurrió hasta momentos antes del descanso entre bostezos por el bajo ritmo que le puso el equipo de Vicente del Bosque y las carencias en ataque del Genk, que, curiosamente, tiene el mejor ataque de Bélgica.

Jugadores como Wesley Sonck y el burkinés Moumouni Dagano bregaron, lucharon y se mostraron, pero no fue suficiente porque el cuadro de Sef Vergoossen es muy limitado y no se dio cuenta que cuando el equipo madridista sale con el «espíritu diesel» no se come a nadie y que es muy vulnerable. El Real Madrid salió consciente de que no debía tener prisas, de que los belgas caerían como fruta madura, pero esto en ocasiones hace que los partidos se conviertan en una trampa.

Pero cuando se acercaba el descanso y la incomodidad se apoderaba de la grada, llegó la acción de Guti y el desvío de Sokora que fue además el preludio del 2-0, conseguido en la prolongación por Michel Salgado, un hombre muy poco acostumbrado a celebrar un gol suyo. En dos minutos la contienda "trámite a partir de ahí" quedó resuelta. El Real Madrid, sin Zidane, Makelele ni Ronaldo, había merecido poco, muy poco. . Y por si al Genk le podía quedar alguna brizna de esperanza, de soñar con una milagrosa remontada, el 3-0 no tardó en hacerse esperar debido a un penalti sobre Iván Helguera que transformó el portugués Luis Figo (m.55).

El partido se convirtió en la tradicional fiesta madridista en Europa ante los rivales que bajan los brazos. Jugó a placer, con un Genk voluntarioso pero entregado y muy inocente, y Guti, con un gesto de clase, elevó la cuenta poco antes de que saliera el ´9´ blanco, Fernando Morientes, que permitió también el premio de la ovación al argentino Esteban Cambiasso. La inclusión de Morientes "que debutó en Europa esta campaña" mandó a Guti a la medular, su puesto natural y desde ahí mandó con categoría y hasta peleó, como antes, para robar balones. En una acción de presión suya, continuada por el infatigable Raúl la culminó otro poco habitual ante las porterías oponentes como Albert Celades.

Y es que los madridistas se gustaban, disfrutaban y ahora sí, hacían disfrutar, tanto que los aficionados tardaron sólo un par de minutos en celebrar el sexto, obra de Raúl, quien encontró el premio a su esfuerzo con un bello zurdazo y de inmediato se marchó a los vestuarios para que saliera el joven Portillo, cuya presencia había sido reclamada por la grada. La «borrachera» de goles paró ahí. Al Real Madrid no le hizo falta más, pero era más que suficiente, sobre todo después de ver los nefastos primeros 44 minutos. Set y partido. Liderato, nueve goles a favor y ninguno en contra. Estadísticas más que importantes, aunque bien es verdad que este Genk es bastante poco, al menos así se mostró en el Bernarbéu.