El filial minimiza al Burgos con una reacción explosiva

Carlos Román
El filial mantiene intacta su imagen casera y sigue utilizando el Lluis Sitjar como principal punto de apoyo. Ayer minimizó al Burgos con la misma velocidad con la que le había permitido venirse arriba y alteró el signo de un partido que resultó explosivo en su primera mitad (4-2). El Burgos comenzó aprovechando el oficio de sus hombres y el desconcierto local. Jacob inauguró el marcador en una jugada colectiva y estableció la primeras diferencias.

El Mallorca reaccionó timidamente y sin llegar a completar ninguna acción concreta, se complicó la vida en una jugada defensiva a priori intrascendente. Camacho perdió un esférico claro y para su recuperación fue necesario cometer un penalti que Urraca tranformó de forma impecable. La repuesta mallorquinista no tardó más que en un minuto en llegar.

Enric Pi acortaba al finalizar un libre indirecto y esa pudo ser la clave de una remontada que de haberse prolongado en el tiempo hubiera adquirido serias complicaciones. A raíz de esa réplica, el equipo de Tomeu LLompart se basó en la calidad de sus jugadores más adelantados. Tuni y Raúl Martín generaron problemas a la zaga burgalesa con sus movimientos y suyos fueron los tantos de la remontada.