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Apenas diez entregas le han bastado al Mallorca para blindar media permanencia. El equipo de Manzano ha acelerado después de perder tres partidos de forma consecutiva y su concatenación de victorias le ha dejado en una situación envidiable. Es segundo, suma 21 puntos y hace siete jornadas que abandona el campo con una sonrisa en los labios. Inmejorable.

Que con 42 puntos el Mallorca sigue en Primera lo denuncian los números de la pasada temporada. El equipo balear, después de ganar al Real Valladolid en la última jornada de Liga, finalizó el curso 2001/02 con 43 puntos, uno más que Osasuna, que marcó el límite entre la permanencia y el descenso a Segunda. En la campaña 2000/01 también bastaron 42 puntos para seguir un año más en la élite del balompié español, porque Osasuna, Valladolid y Zaragoza lograron esa cifra y mantuvieron la categoría. Una temporada antes (99/00) Numancia y Oviedo tuvieron que sumar 45, porque con 42 el Betis descendió al infierno, en un hecho inusual, porque al Alavés le habían bastado 40 el curso anterior para conquistar la salvación.

El Mallorca ganó la pasada temporada once partidos, sólo cuatro más de los que ha conseguido vencer este año. Sin embargo, empató once encuentros, algo que hasta ahora no ha hecho, siendo el único del campeonato nacional que, o gana o pierde, sin término medio. A estas alturas de la campaña anterior el grupo insular amontonaba ocho puntos y cerraba la décima jornada con una estrepitosa derrota en El Sadar de Pamplona ante Osasuna (4-0). Ocupaba la 19ª posición de la tabla clasificatoria y su futuro adivinaba muchos problemas.

Gregorio Manzano aseguró ayer a la finalización del partido que la permanencia era el objetivo primario del club balear, y ahora está mucho más cerca. El próximo domingo el Mallorca puede alargar su sombra ante el Villarreal en Son Moix si conquista el octavo triunfo, en un partido que marcará el inicio de un calendario terrible: los rojillos viajarán a A Coruña para enfrentarse al Deportivo y una semana más tarde recibirán al Real Madrid. Luego, desplazamiento a San Sebastián para medirse al líder.