LORENZO MARTÍNEZ-MADRID
El ucraniano Andreij Shevchenko dio el triunfo al Milán sobre el Real Madrid (1-0) en «San Siro», en un partido que el equipo blanco no supo resolver en la primera parte y que acentúa su serie negra de derrotas. El conjunto madrileño no sólo había perdido en las cuatro precedentes visitas europeas al Milán, sino que únicamente había sumado dos en las siete al Inter. Ayer aumentó su racha negativa y sumó otra nueva derrota. Y pudo salir goleado. Lo hizo en un «derbi de Europa», con los dos clubes con mayor número de Copas de Europa conquistadas (nueve el Real Madrid y cinco el Milán), que tuvo juego a ráfagas, en donde el equipo madridista fue de más a mucho menos. Justo todo lo contrario que el cuadro milanista.
El Real Madrid de las circunstancias, que a las bajas de Ronaldo, Hierro, Makelele y Raúl Bravo unió anoche la lesión de Guti y esta madrugada el proceso gripal de Flavio Conceiçao, planteó un partido abierto: con Celades en medio campo y Morientes en ataque. Y en el primer tiempo el Real Madrid dejó en evidencia al actual líder de la liga italiana. Un Milán que sin Andrea Pirlo -en el banquillo- no tuvo orden ni creación en su centro del campo, pues, durante esos minutos, Seedorf, en su reencuentro con su «ex equipo» anduvo perdido y eso que inició con un disparo que apuradamente salvó Casillas (m.3), y el portugués Manuel Rui Costa estuvo demasiado en tierra de nadie.
El equipo de Vicente del Bosque, en cambio, con Celades sobre un Rivaldo muy retrasado y pesado, y Cambiasso sobre Rui Costa, se hizo con el control del balón y a impulsos de un Zidane libre y con ganas construyó casi más ocasiones de gol que las tenidas en los tres últimos encuentros. Pero al conjunto madridista, que tuvo la banda izquierda a placer de Roberto Carlos, quien envió una falta lejana cerca de la cepa derecha (m.10), le faltó el gol. Y sobre todo, faltó el acierto de Morientes, que falló dos clarísimas ocasiones ante Dida (m.26 y 34).
Desde luego, el delantero toledano no se encuentra en vena de aciertos ante la meta rival, justo cuando tiene la oportunidad de reivindicarse. El equipo madrileño, con Zidane (m.29) obligando a Dida a sacar una buena mano, dominaba y parecía tener ante las cuerdas a su perdido rival. Pero le faltaba matar. La falta de acierto en el remate le podía jugar una mala pasada y ello se vio ya después. Shevchenko, el deseado por el equipo madridista y el que más activo se había mostrado de su equipo, marcó el desmarque a Rui Costa, se fue en medio campo entre los dos centrales del Real Madrid, y tras recibir el buen pase del portugués se plantó ante Casillas, que nada pudo hacer (m.40).
El 1-0 levantó los ánimos tanto de un Milán que estaba perdido como de una afición que temía la ventaja madridista. Se entusiasmó tanto el equipo milanés que pasó a dominar, a hacer suyo el partido. con un Rui Costa crecido, al que ya Celades sólo veía de lejos, y un Rivaldo que ya se permitía incluso algún que otro lujo. El Real Madrid era ahora quien sufría, quien se encontraba sin sitio. Puede dar gracias el equipo de del Bosque a Casillas (m.50), que sacó otra mano prodigiosa, esta vez a disparo colocado de Rui Costa, de no haber encajado pronto el segundo gol.
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