Una remontada épica, la que clausuró la décima jornada, con el
triunfo del Fuenlabrada sobre el Estudiantes, ha terminado de dar
forma a algo que ya se veía venir: que la lucha por la Copa de esta
temporada va a echar chispas.
A falta de siete etapas para el final de la primera vuelta una
sola victoria separa a los once equipos situados entre la tercera
posición que ocupa el equipo estudiantil y la decimotercera del
Caprabo Lleida.
La Copa está al alcance de todos ellos en una competición que
ofrece partidos como el disputado en el Palacio Vistalegre.
Dieciséis puntos certificaban el dominio del Estudiantes en el
descanso (51-35). Veinte minutos después, el marcador reflejaba el
primer triunfo del Fuenlabrada en pista colegial (81-90).
Ahora, ambos conjuntos presentan el mismo balance (seis
victorias y cuatro derrotas) junto al Real Madrid, que ganó al
Fórum con un impresionante segundo tiempo de Alex Mumbrú
-diecinueve puntos en ese tramo-, el Unicaja, sólido frente al
Manresa (85-76), el Tau, que sufrió mucho ante el Girona (84-79), y
el Caja San Fernando, al que también le tocó sufrir contra el
Cáceres (79-76).
Por detrás, con cinco y cinco, marchan Aunacable y Joventut
después del 84-77 alcanzado por los verdinegros en su duelo
directo; Alicante, que se impuso en Granada (73-80); el propio
Girona y el Lleida.
De ahí para abajo, el Breogán pagó la visita del Barcelona
(70-84) con una derrota que le ha dejado a un solo partido de ese
nutrido grupo y por encima de Manresa y Cáceres, que anteceden al
Fórum y al colista Granada.
El Pamesa Valencia celebró su partido quinientos en la Liga ACB
con una apabullante victoria (101-75) sobre el Caprabo Lleida, que
le asegura continuar otra jornada más como líder de la
clasificación y que le permite borrar la mala imagen que dejó en la
derrota que sufrió el pasado martes en la pista del Euro Roseto en
la Copa ULEB.
El conjunto valenciano dominó el encuentro desde el inicio,
estuvo intenso en defensa y acertado en ataque, donde hicieron
mucho daño sus transiciones rápidas. El Caprabo, a pesar de
realizar un aceptable partido en el aspecto ofensivo, no supo cómo
frenar a los locales y esta incapacidad le llevó a sumar su tercera
derrota consecutiva.
El partido comenzó alegre y vistoso. El Pamesa salió dispuesto a
imponer su ritmo al encuentro y lo consiguió con una buena defensa
que dejó sin ideas al equipo catalán y con el acierto en ataque de
los argentinos Federico Kammerichs y Fabricio Oberto, inmensos en
su esfuerzo en cada jugada (21-14, min.7).
El Caprabo logró mantenerse en el encuentro gracias a las rachas
anotadoras de algunos de sus jugadores, especialmente del
reaparecido Roger Grimau y de Johnny Rogers, que se enfrentaba al
que fue su equipo durante tres temporadas. En los momentos en los
que el equipo catalán endureció su defensa, más efectiva en zona
que en marcaje individual, logró reducir la cómoda ventaja con la
que jugó el Pamesa toda la primera parte.
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