ARSENAL: Seaman, Lauren, Campbell, Cygan, Cole, Vieira, Gilberto Silva, Ljungberg, Pires, Bergkamp y Henry.
Cambios: Wiltord por Ljunberg, Kanu por Pires y Parlour por Vieira.
VALENCIA: Palop, Curro Torres, Ayala, Pellegrino, Carboni, Angulo, Baraja, Albelda, Vicente, Aimar y Carew.
Cambios: Marchena por Aimar, Rufete por Vicente y Fabio Aurelio por Carboni.
Àrbitro: Kim Milton Nielsen (DIN). Mostró roja directa a Angulo (m.71).
Efe|LONDRES
El Valencia arañó un punto en Highbury ante el Arsenal en un partido en el que jugó en inferioridad numérica durante los últimos veinte minutos, precisamente los más brillantes en cuanto a fútbol del equipo español, y en el que el guardameta Andrés Palop tuvo una muy buena actuación. El Arsenal dominó el encuentro a lo largo de todo el primer tiempo, aunque sin crear opciones de verdadero peligro ante la meta de Andrés Palop, que se mostró muy seguro.
Fueron 45 minutos marcados por la escasez de ocasiones de gol y en los que el Valencia jugó más a la inglesa que el Arsenal. Sus defensas ignoraron a hombres creadores como Baraja o Aimar para enviar pelotazos largos a Vicente y, sobre todo, a Carew, quien apenas los llegó a controlar. Por ello, el Valencia no creó una sola opción clara ante Seaman en el primer periodo, mientras que los jugadores del Arsenal, sin mostrar un fútbol arrollador, sí que fueron capaces de manejar la pelota en el centro del campo, especialmente en jugadas de Vieira, hasta que se retiró lesionado a los 37 minutos.
Lo más reseñable del equipo inglés fue su capacidad para llevar una ligera iniciativa y en el Valencia destacó la consistencia en defensa que le caracteriza habitualmente, ya que el equipo nunca se vio seriamente amenazado por los delanteros rivales. El Valencia mejoró ligeramente en una doble faceta en los primeros minutos del segundo tiempo. Por una parte, Aimar entró más en juego y su equipo fue, en consecuencia, algo más protagonista del partido, y, por otra, Palop cuajó una serie de buenas paradas que impidieron que el conjunto londinense se adelantara en el marcador.
Se trataba de un partido sin apenas ocasiones, pero tremendamente abierto y, sobre todo, jugado con mucha deportividad, cuando un absurdo codazo de Angulo a Cygan en el centro del campo en el minuto 71, dejó a los valencianistas con el único objetivo de lograr un empate épico en inferioridad numérica. Ese fue el objetivo del técnico valencianista, Rafa Benítez, que introdujo cambios defensivos, ante un rival cada vez más volcado al ataque, con la intención de dejar pasar los minutos en pos del empate a base de manejar la pelota con el menor riesgo posible.
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