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El Real Mallorca prepara intensamente el choque ante la Real Sociedad de San Sebastián y lo hace con la intención de frenar la racha del equipo donostiarra. Sin embargo, el técnico de Jaén hace días que viene pensando de qué manera puede evitar que el equipo eche de menos a las numerosas ausencias que semana a semana va acumulando el primer equipo balear.

Las circunstancias obligan a mover ficha y el Mallorca que jugará en Anoeta presentará variaciones sustanciales motivadas por las bajas y por las necesidades del guión. De entrada, Gregorio Manzano volverá a confiar en Federico Lussenhoff. El «Colorado» jugará casi cinco meses después de fracturarse la tibia en Sevilla en un amistoso ante el Betis y su regreso es prácticamente un hecho y más después de comprobar como ayer su entrenador lo situó en el centro de la defensa junto a Miquel Àngel Nadal.

La cadena de bajas llega en el peor momento y prácticamente todas las líneas del campo se ven afectadas, aunque la defensa es la más perjudicada. No obstante, la ausencia de Walter Pandiani es un problema añadido pero Manzano no incluye a ningún otro jugador no habitual en el once en la parte ofensiva. El técnico apuesta por el doble pivote y por mantener a los mismos hombres en ataque. La principal novedad radica en la posición de Samuel Etoo, que en el campo de la Real actuará de punta nato en lugar de su compañero castigado por el Comité con un partido de sanción.

Tres media puntas en la zona de creación, Novo por la derecha, Riera por la izquierda, Ibagaza en el centro y Etoo en la zona más adelantada completan la línea ofensiva. Manzano evita incluir a hombres como Carlos, Tuni o Turu Flores aunque los dos primeros pueden tener su oportunidad en el segundo tiempo dependiendo de las necesidades del equipo. Manzano no es dado a cambios traumáticos y sólo por exigencias del guión mueve las fichas oportunas. En San Sebastián, Manzano prefiere cambiar mínimamente el sistema que introducir más novedades de las necesarias en el once.