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Mallorca y Oviedo han llegado a un principio de acuerdo para la cesión de Julián Robles hasta el próximo treinta de junio, tal y como avanzó este diario. El centrocampista mallorquín es el que tiene la palabra, pues Gregorio Manzano podría haber dado el visto bueno a la operación, al considerar que el conjunto asturiano es una buena pista de pruebas para el jugador mallorquín.

Los contactos entre Mateu Alemany y su homólogo oviedista, Manuel Lafuente, fueron extensos a lo largo de la tarde de ayer, siendo Robles el principal punto tratado. El jugador compareció en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio a la conclusión del entrenamiento llevado a cabo en la tarde de ayer y se mostró reacio a dejar la disciplina del conjunto en el que Robles se ha logrado hacer un nombre a nivel nacional.

«Creo que tengo un lugar aquí. No pienso en moverme, es más, estoy convencido de que tengo un lugar en el once titular del Real Mallorca. En estos momentos, no pasa por mi cabeza dejar el equipo», manifestó el centrocampista. Sin dejar de lado todo lo comentado sobre su posible marcha a la capital asturiana, Robles aprovechó para mostrar su disgusto por la situación que está viviendo.

«Esperaba más de este año. Es una situación dura y estoy decepcionado. No he tenido continuidad y vuelve a pasar lo mismo de los años anteriores. Me esfuerzo al máximo y no se me puede pedir más», concluyó un jugador cuyo devenir apunta hacia un Oviedo inmerso en problemas clasificatorios, y en el que coincidiría con Losada y Engonga, dos viejos conocidos. Otro de los objetivos del conjunto feudatario del Nuevo Tartiere es el guardameta Alberto Cifuentes, aunque Robles ocupa un lugar preeminente en los planes de Manuel Lafuente. Carlos Domínguez es otra de las bazas manejadas, aunque todo depende la resolución del «Caso Losada».